La vicepresidente de la Nación, Cristina Kirchner mostró que está con energía y disposición para encarar lo que se viene en los primeros planos del poder central. Fue durante el acto por el Día del Militante, casi un show de nivel internacional que congregó a distintas extracciones del Frente de Todos en el estadio Diego Armando Maradona de la ciudad de La Plata.
20-CONTRATAPA-16No se reparó en gastos para brindarle al mitin un halo de festejo, ¿Cuál sería la estrategia? Mostrar un escenario distendido, triunfalista, con ganas de arremeter con fuerza en 2023, a pesar de la alicaída imagen de Alberto Fernández.
Con el Presidente de la Nación ya en salida (más allá de sus pataleos para que se lo considere para la quimera de su «re»), Cristina decidió copar la parada, no sin antes abastecerse de un puntal estratégico como lo es el ministro del Interior, «Wado» de Pedro, quien es considerado hace meses como una punta de lanza ideal para la oferta presidencial que se aproxima. Intertanto, Axel Kicillof ejerce el rol de contralor en el territorio bonaerense.
Con esta coyuntura vigente, las palabras que resonaron ayer en La Plata impregnaron la escena política nacional. No sólo puertas adentro del Frente de Todos, también en Juntos por el Cambio, donde escucharon atentos cada temática abordada por Fernández de Kirchner en su alocución de poco más de una hora. Es que la Vicepresidente dejó picando los rumores sobre su candidatura, pero también asomó la posibilidad de ejercer un rol coprotagónico, como lo hizo con el actual primer mandatario.
Cristina disparó varios mensajes de fuerte contenido político. Por ejemplo, defendió sus críticas sobre el rumbo de la gestión de Alberto Fernández, sin dejar de apuntar de lleno contra la oposición y sin olvidarse de tocar el ataque que sufrió dos meses atrás.
«El 1 de septiembre se quebró por primera vez el pacto democrático, el de respetar la vida», aseveró y aludió a la frase que le atribuye al diputado Gerardo Milman, respecto de su atentado: «En esa frase estaba condensado el mensaje: suprimir al peronismo, el objetivo de siempre».
«Cuando estuvieron en el Ministerio de Seguridad los ‘mano dura’ a la política de inteligencia criminal le pusieron una Miss Argentina para que la condujera. Que no nos ‘berreteen’ más. Y a la hermana de la Miss Argentina a controlar los gastos reservados», disparó la titular nata del Senado nacional.
Así, se refirió sobre la inseguridad: «Las fuerzas de seguridad son una parte de la solución, pero también del problema si no se subordinan al poder civil».
¿CANDIDATURA?
«Todo a su medida y armoniosamente», dijo cuando la gente clamaba por su candidatura. Un pedido reiterado durante todo el acto, para muchos, diagramado desde la mesa chica camporista.
Esquivando la insistencia, Cristina remarcó que «lo único nuevo que hay en la Argentina somos nosotros. Con ese 22 por ciento de votos de quien fuera mi compañero de vida, que se cargó el país al hombro, aunque el país se lo llevó puesto a él».
Sobre las posibilidades del oficialismo el año que viene aseguró que «las elecciones se pueden ganar, pero los condicionamientos son tan graves, tan profundos, que nos han dejado, que va a requerir que la mayor parte de los argentinos tiremos todos juntos para el mismo lado. Si no es así, nuestro país será difícil para cualquiera».
ACUERDO
ESPECIAL
La Vicepresidente sostuvo que es necesario pensar en un «consenso económico, no donde todos opinemos igual, sino para abordar graves problemas que tiene la Argentina».
Reconoció que cuando «escucha como novedad» la propuesta de privatización de Aerolíneas Argentinas, «eso ya pasó en los 90», por lo que enumeró los beneficios para el turismo local de contar con una aerolínea de bandera y le pidió a la oposición «hacer las cuentas completas y sumar todo».
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