El intendente de Paso de los Libres, Martín «Tincho» Ascúa tomó la palabra luego de que se hiciera pública la postura, primero, de la senadora Carolina Martínez Llano el pasado sábado 18. Luego, de sus pares «Pitín» Aragón y Martín Barrionuevo, quienes, junto al diputado Jorge Romero, el domingo 19 se pronunciaran en el mismo sentido que la Senadora respecto los espacios de poder que debería ocupar el PJ en las listas legislativas de cara a las elecciones legislativas del 11 de junio.
Carolina abrió el debate al expresar que le gustaría que el primer lugar de la lista de senadores y diputados pertenezca al PJ y, al menos uno de esos espacios, a una mujer. Rápido de reflejos, el «tridente cooperativo» salió a respaldar la expresión de deseos de la apoderada partidaria, quien se cuidó de dejar a salvo que, esa decisión, era resorte de la Intervención partidaria. Los tres legisladores, aun coincidiendo, fueron imperativos en la forma cómo se manifestaron señalando «sin rodeos» que ello debería ser así, algo que no cayó bien en la Intervención.
Ayer, para no quedar fuera de escuadra, se sumó el intendente de Paso de los Libres, Tincho Ascua, que volvió sobre sus pasos sobre la posición que venía expresando, en lo que muchos interpretaron «como una acción en tándem» con Gustavo Canteros para posibilitar que, el ex Vicegobernador, aparezca como «la cara visible de la oferta electoral del Frente de Todos».
«El peronismo necesita una etapa refundacional y para eso es necesario una interna, pero no están dados los tiempos políticos», remarcó el libreño. En ese contexto, suelto de cuerpo, expreso que el PJ «encabezará la oferta electoral de la oposición».
Ascúa aprovechó para auto destacarse en cuanto a lo que viene realizando de cara a las elecciones. «Estamos trabajando y recorriendo la provincia. Nunca dejamos de tener diálogo con los diferentes sectores que conforman al peronismo», comentó. «Es un proceso que viene madurando y la dirigencia está tomando decisiones que se van a ver reflejadas en una buena elección en junio, pero por sobre todo en 2025», agregó.
«Me siento protagonista, dentro del partido, porque se está dando una apertura que siempre busqué», indicó. Y, en ese marco, pidió que llegue la regularización al partido «el año que viene».
«El partido Justicialista tiene una enorme representación a nivel provincial y, estoy convencido ,que vamos a aprovechar esta enorme oportunidad que tenemos en junio», aseveró el dirigente peronista que, en esta cruzada, en los últimos días, pareció sentir la defección de su coequiper, el ex intendente de Santa Lucía, Tata Sananez, quien sorprendió en su pueblo con la decisión de avalar que los concejales que le responden terminen votando en contra de la posibilidad que el peronismo conserve la presidencia del Concejo Deliberante. Una actitud que tuvo fuerte repercusión provincial y encendió una luz que inevitablemente se asoció a la movida que, en soledad, separado del resto de los intendentes peronistas, venía desarrollando el Jefe comunal libreño.
Ambos, junto a otros intendentes, fueron funcionales al Gobierno provincial al dividir la oferta electoral en 2019, y si bien lograron posicionar a Miguel Arias como diputado, terminaron por hacer que el PJ perdiera el segundo senador provincial, una factura que aún se les pasa.
Este reclamo venía tomando forma dentro del grupo de ocho intendentes del PJ que no veían con buenos ojos que Ascua se cortara solo, asumiendo muchas veces la virtual jefatura de una «Liga de Intendentes» que con el correr del tiempo, luego de la sucesiva derrota electorales de 2019, pasó de tener 26 integrantes a los sólo ocho que actualmente son.
El Intendente de Paso de los Libres que, de hecho, es la única Comuna de primera categoría y, por lógica, la de mayor envergadura electoral en cuanto representa poco más del 5 por ciento del padrón provincial, venía asumiendo posiciones propias, muy individualistas. Algo que disgustaba al resto de los jefes comunales que entendían, que, a la hora de definir la posibilidad de pelear un espacio, en la grilla de diputados de 2023, debían acordar, entre todos, el nombre de quién los representaría. De hecho, el haber separado las elecciones municipales de las provinciales, tomando distancia de la suerte de las listas legislativas, terminó resintiendo el peso específico del conjunto de intendentes a la hora de hacer valer la cuantía electoral.
Sus pares recordaron que ya en la elección de 2019, Paso de los Libres llevó un diputado, aludiendo a Miguel Arias, cuyo mandato vence en este turno electoral.
Lo cierto es que, aparejado al repentino cambio de postura en relación a la política de alianzas, Ascua, sin el concurso de sus pares intendentes, reclamó que en la nueva grilla -que esta en proceso de análisis por parte de la Intervención partidaria- se incluya el nombre de su hermana o bien la reelección lisa y llana del diputado Arias, algo que volvió a enervar al resto de los jefes comunales, que se encargaron de remarcar que lejos está de ser «un primus interpares» con derecho a considerarse el factótum en una negociación compleja como es la integración de la oferta electoral.
De lo que el Intendente libreño no pareció dudar es en dejar en la estacada al ex Vicegobernador, quien venía apostando sus fichas a la muñeca de Tincho, el que, a la hora de la verdad, prefirió «salvar la ropa» plegándose a la posición que pareciera primar puertas adentro de un peronismo al cual «Juanchi» Zabaleta tiene el propósito de volverlo competitivo, rescatando la vocación de poder que ha perdido en los últimos años.
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