Un problemática que no tiene respuestas fue puesta sobre el tapete nuevamente por el intendente de Empedrado José Cheme: el estado crítico de la Ruta Nacional 12, el principal acceso a la localidad.
En sus declaraciones a la prensa, a propósito de la apertura de una nueva edición de la Feria Provincial de Artesanías, Arandú Po este fin de semana, el Jefe comunal reiteró que la ruta se encuentra en un muy mal estado. La recomendación a quienes deben transitarla es hacerlo «con mucha precaución», ya que está «cada vez peor».
La descripción fue contundente: la ruta está «totalmente obsoleta» y las banquinas se encuentran en «muy mal estado, muy peligrosas». Esta situación no es nueva; se viene denunciando y reclamando la falta de mantenimiento «hace muchos años».
La peligrosidad del tramo entre la ciudad de Saladas y Corrientes, capital de la provincia – unos cien kilómetros de extensión- es un punto de gran preocupación, habiendo sido escenario de «muchos accidentes y accidentes fatales».
El Jefe comunal recordó que se realizaron numerosas «manifestaciones escritas» y «pronunciamientos» solicitando intervención al Ejecutivo Nacional, incluso bajo presidencias anteriores.
La paradoja que genera mayor indignación, tanto entre los residentes como entre los visitantes que se aventuran a llegar a Empedrado para disfrutar de su cultura, su paisaje de barrancas, playas y los eventos, es que a pesar de su estado lamentable, la ruta cuenta con peaje. «Pagamos peaje», enfatizó Cheme. La frustración es palpable cuando los votantes le preguntan al Intendente por qué deben pagar por transitar una ruta en esas condiciones.
El Intendente expresó la impotencia de la gestión comunal frente a un problema de infraestructura nacional. Aunque desde el municipio se hace «lo posible e imposible», se reconoce que se necesitan «instrumentos mucho más fuertes», como una acción coordinada y con «mucha más fuerza con nuestros legisladores nacionales, con nuestro gobernador». Lamentablemente, los diálogos con Vialidad Nacional han sido infructuosos, resultando en «la nada misma». La falta de prioridad de esta obra, atribuida a interrupciones, cambios de gobierno y negociaciones provinciales, impidió el avance, de acuerdo a Cheme.
Para una localidad que apuesta fuertemente al turismo y a la cultura como motores de desarrollo, la falta de una ruta segura y en buen estado es un impedimento fundamental. Como se señala, «sin ruta, sin conectividad es muy difícil poder llegar a lo otro». Se trata de un aspecto «básico», tan esencial como la salud o la educación, que hoy día «gravita y mucho poder transitar en una cuestión de peligrosidad».