La escuela agrotécnica José María Malfussi, ubicada en paraje Arroyo Méndez de Alvear, está llevando a cabo un proyecto innovador que busca aprovechar los avances tecnológicos del Internet de las Cosas (IOT) y la agricultura 4.0, incluyendo la inteligencia artificial, para mejorar la productividad en el sector agrícola.
Los profesores Oscar Alejandro Surt y Juan Manuel Elizalde dialogaron con EL LIBERTADOR para explicar en qué consiste el proyecto «Featrímetro», un dispositivo multifuncional que se alimenta de energía solar, lo que lo hace altamente eficiente y sostenible.
Está diseñado para medir y monitorear distintas variables fundamentales en la producción agropecuaria: las napas freáticas, la presión atmosférica, la temperatura del agua de la napa, la humedad del suelo, el pH del agua, los rayos UV, la humedad y temperatura ambiente a través de sensores, además de poseer un sensor de humo y flama.
EL VALOR DE LOS DATOS
Los datos recolectados por el featrímetro son transmitidos a una estación central mediante radiofrecuencia, con un alcance de hasta 6 kilómetros.
A su vez, la estación central se encarga de enviar el paquete de datos a través de mensajes de texto a una aplicación dedicada, la cual es capaz de procesar y presentar los datos de manera accesible y comprensible para facilitar la toma de decisiones.
«Es importante destacar que estos datos, además de proporcionar información relevante para la agricultura, también permiten generar un modelo de prevención de incendios. Dado el clima extremo de los últimos veranos, este aspecto adquiere una importancia crucial», puntualizaron.
Al monitorear parámetros como la temperatura, la humedad y la presencia de humo y flama, el featrímetro contribuye a identificar y prevenir incendios forestales, proporcionando así una herramienta valiosa para proteger los cultivos y prevenir daños mayores.
TRASCENDENCIA
Destacaron que el proyecto demuestra un enfoque integrador y vanguardista al combinar tecnologías emergentes con la producción agrícola. Además de impulsar el uso de IOT y la agricultura 4.0, se pone énfasis en la implementación de medidas preventivas para mitigar riesgos, como los incendios forestales.
Asimismo, contaron que se consideró la implementación de inteligencia artificial (IA) en la aplicación de procesamiento de datos, lo que permitirá un análisis más sofisticado de la información recolectada.
«La IA será capaz de generar recomendaciones y alertas basadas en los datos recopilados, brindando a los agricultores una mayor capacidad para tomar decisiones informadas y oportunas», explicaron.
«Este proyecto no sólo beneficia a los estudiantes involucrados, quienes adquieren conocimientos y habilidades en el desarrollo de tecnologías agrícolas avanzadas, sino que también tiene un impacto positivo en la comunidad local y en el sector agrícola en general», añadieron.
Los docentes comentaron que la integración de tecnología, el conocimiento agrícola y las medidas preventivas contribuyen a una producción más eficiente, sostenible y resiliente frente a los desafíos del clima y la producción agrícola actual.
También, remarcaron que representa un paso adelante hacia la modernización del sector agropecuario, permitiendo una gestión más eficiente y sustentable. «La combinación de tecnología de vanguardia y conocimientos agrícolas tradicionales promete generar beneficios significativos tanto para los productores como para el medio ambiente», concluyeron.
DEMANDAS Y DESAFÍOS DEL SECTOR
Los docentes Juan Manuel Elizalde y Oscar Alejandro Surt contaron a EL LIBERTADOR que se viene trabajando hace más de diez años con el aprendizaje basado en proyectos.
Esta metodología propone que el estudiante es protagonista del proceso y donde el aprendizaje de conocimientos tiene la misma importancia que la adquisición de habilidades y actitudes, conocidas actualmente como habilidades blandas.
Ganó en tres ocasiones el concurso «¿Qué Hay de Nuevo en mi suelo?» para escuelas agrotécnicas, organizado por Nidera Semillas, en 2013, 2014 y 2015.
En 2018, fueron invitados por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) para exponer el desarrollo del GPS en la escuela agrotécnica Padre Domingo Viera, en la localidad de Alta Gracia, Córdoba.
Desde 2017 hasta 2020, se realizaron viajes de estudio que tuvieron como destinos la Jornada Nacional de Forraje Conservado en el Inta Manfredi y también la Conae, ambos en Córdoba.
«Debido al interés despertado en los alumnos en desarrollar trabajos relacionados con agricultura de precisión, se empezó a trabajar con GPS, sembradora eléctrica, y hace dos años se viene trabajando con el desarrollo de freatrímetro», comentaron.
Y explicaron que «ahora se está desarrollando un riego autónomo en pasturas y cultivo hidropónico forrajero, y también se está participando de Cansat 2023».
HABILIDADES NECESARIAS
Con respecto a la demanda de técnicos en agricultura de precisión, los profesores Juan Manuel Elizalde y Oscar Alejandro Surt afirmaron a este medio que «está creciendo rápidamente».
«Con el aumento de la adopción de la tecnología en la agricultura, los agricultores necesitan más habilidades y capacitación para utilizarla y mantenerla», comentaron.
Señalaron que «es importante que el técnico en agricultura de precisión adquiera habilidades en ciencia de datos, programación, tecnología de sensores, análisis de datos y gestión de proyectos».
«La mayoría de las empresas del sector agropecuario de esta zona, están adquiriendo maquinarias con equipamiento, principalmente banderilleros satelitales y sembradoras, en las arroceras y plantaciones forestales», explicaron.
AGRICULTURA DE PRECISIÓN
La agricultura 4.0 se enfoca en la agricultura de precisión, que consiste en adaptar las prácticas agrícolas a las necesidades específicas de cada zona o incluso de cada planta individual.
El uso de electrónica básica y programación permite implementar sistemas de dosificación de nutrientes y riego, sistemas de mapeo y trazabilidad, drones agrícolas, entre otros.
Los estudiantes deben adquirir habilidades en estas tecnologías para contribuir al desarrollo de la agricultura de precisión y mejorar la eficiencia y sostenibilidad del sector agropecuario.
«La enseñanza de electrónica básica, Arduino y programación en el contexto de la agronomía 4.0 fomenta la innovación y prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos tecnológicos del sector agropecuario», aseguraron.
«Estas habilidades les permiten desarrollar soluciones creativas para los problemas agrícolas actuales y futuros, así como adaptarse a los avances tecnológicos que continúan surgiendo en la industria. La capacidad de implementar tecnología de manera efectiva les brinda una ventaja competitiva en el mercado laboral», finalizaron.
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