Lo de ayer, en el acto por la Revolución de Mayo, reflejó la tensión latente en el Gobierno provincial, en una pelea entre radicales y de estos con sus aliados que involucra a referentes institucionales como el propio Vicegobernador.
Se debe tener en cuenta que, el que oficia de anfitrión, en este tipo de fechas, es el propio Gobernador, quien tuvo como coanfitrión al intendente capitalino, Eduardo Tassano. Entre ellos quedó la figura de la controversia oficialista: Gustavo Canteros, dispuesto desde hace tiempo a hacerle perder la compostura a quien lo eligió para acompañarlo en la fórmula.
Por protocolo, el Vicegobernador cuenta con sitiales, tanto en el izamiento como en la cita ecuménica de fiesta patria. Y en este 2021 viral, este detalle generó momentos más que incómodos entre quienes participaron de la jornada cívica del 25 de Mayo, particularmente a los miembros del clero.
Valdés debió compartir en términos institucionales con su compañero de fórmula y uno de los socios fundadores de Encuentro por Corrientes. Hoy, Canteros está listo para cruzar el Rubicón. Se les plantó a los radicales y se lanzó como candidato a Intendente, a pesar del ungimiento que realizaron los de Alem con Eduardo Tassano, algo con lo cual pensaron cerrarían el capítulo de los desencuentros, sorprendiéndose por la inmediata reacción de Canteros que, en cuestión de horas y en un abierto desafío a la cúpula ucerreísta, ratificó su nominación y la hizo pública.
El Jefe comunal también debió utilizar su semblante diplomático, para estrechar la mano de su potencial competidor en el principal distrito de la Provincia. Sabe que corre con ventaja, pero elecciones son elecciones en una carrera que, como lo señaló Ricardo Colombi, es de resistencia.
Fue un evento de estricto protocolo hasta en lo relacional.
Es que el horno no está para bollos en la alianza oficialista, ya que a la molestia que provocó el desafiante accionar de Canteros, quien anudó por lo bajo preacuerdos con el espectro opositor, se le debe sumar la reyerta radical.
En el acto de ayer hubo funcionarios, legisladores y dirigentes que aún hacen la venia a Ricardo Colombi. Por lo que a Valdés también se le desvió en varias oportunidades la mirada hacia quienes responden a su «enemigo íntimo», de quien nunca se sabe cuál será su próxima jugada.
No se puede obviar lo sucedido en la semana que terminó. El mercedeño utilizó la orgánica de la Unión Cívica Radical para exponer, ante la población correntina, el desacuerdo latente entre ambos bandos partidarios.
No fue un hecho menor. Fue la conducción de la UCR, no ya el senador Colombi, quien marcó la cancha al mandatario provincial.
El motivo utilizado para evidenciar la grieta del radicalismo fue la renuncia que le exigió Valdés a quien hasta hace poco estaba como director del hospital Zonal de Goya, Raúl Martínez. Este doctor, de una aquilatada carrera política, asumió la misma tesitura que Canteros. Osó lanzarse a competir por la Comuna de la «Petit París» a pesar de que el propio Osella ya había ungido a uno de sus funcionarios como candidato, Mariano Hormaechea, con el agravante de que puso sobre el tapete una cuestión muy fuerte que es el cuestionamiento a que no haya internas y se imponga el «dedo» como método de selección.
Esta osadía le valió a Martínez su eyección en el cargo. Medida tomada por el titular del Ejecutivo provincial luego de recibir una expedita y no agendada visita del propio Intendente goyano, acompañado del referente territorial de la UCR, Héctor «Tito» López. Ambos fueron directamente con Valdés a exigirle que echara a Martínez, alfil zonal de Colombi.
Así fue que ardió Troya, con un comunicado tajante de la fuerza que dirige los hilos de ECO, mostrando a propios y extraños que la división radical no era un invento de la prensa, sino un hecho fáctico con extensión a varias comunas, donde subsisten diferencias que no son de matices, y con el telón de fondo de la compaginación de la grilla de candidatos nacionales y provinciales que estará para alquilar balcones.
Por eso, lo de ayer, en el acto por la Revolución de Mayo, los saludos y diálogos que se dieron no fueron casuales ni sin estrategias. Hubo de todo. Versiones de ruptura, trascendidos de acuerdos, y hasta quienes aseguraron que no es tanto como se dice. Tras los muros, sordos ruidos. Tiempo de reacomodamientos o de nuevos armados. Hasta ahora no se sabe si será ECO o Vamos Todos el nombre de la alianza ni quién primará en las decisiones orgánicas que deberá adoptar la Unión Cívica Radical.
Lo cierto es que Valdés no pudo hacer con Canteros lo que hizo con Martínez. Ni Canteros pudo marcar la cancha dentro de Encuentro por Corrientes. Desde las usinas de la Vicegobernación se asegura que el capítulo ECO está cerrado desde al menos hace diez días y que fue el propio Canteros quien cortó los teléfonos a quienes aparecían como emisarios, aunque en los hechos nunca tuvieron el mandato que dijeron invocar. En esto, Valdés es Valdés, un ituzaingueño bien plantado de los pagos de «Gato Moro», quien hizo célebre aquello de que «aquí llega Esquer Zelaya, al que no le gusta que se vaya».
Habrá que esperar para ver cómo se planta el Gobernador para afrontar la contraofensiva ricardista, obligado como está el ex Gobernador a mostrar que aún tiene espaldas como varias veces dijo.
Además, los conflictos que generará, en la alianza, el nuevo escenario con una frazada corta que, con la llegada del invierno, comienza a preocupar a los aliados, que vienen mostrando los dientes hace meses, por el avasallante avance de la UCR para este año.
En este turno electoral serán varios los partidos a los que les costará colar algún diputado, de hecho, no habrá bancas en el Senado, sino para radicales.
Panuistas, liberales, autonomistas y otros socios menores sacan cuentas a la espera de definiciones que habitualmente se extienden hasta la hora misma del cierre, con una elección que aún no tiene fecha y que no logra poner en la cancha a la nave insigne del frente opositor. Una demora que, más allá que no sea una estrategia, contribuye a capitalizar los crecientes descontentos en la alianza gobernante.