La gran difusión y repercusión de la historia de Sofía Sincalir no fueron suficientes para reunir los fondos que necesita para afrontar los gastos de la beca para especializarse en la Universidad de Králové, en República Checa.
Ella es estudiante de 24 años de la Licenciatura en Historia en la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), es destacada por su mérito académico y eso fue fundamental para ganar la posibilidad de acceder a una formación de grado en el extranjero.
Más allá de la gran alegría por la posibilidad, a partir de conocer la noticia comenzó un gran desafío para reunir los fondos que hagan posible su viaje, considerando que la facultad sólo le ayuda con 50.000 pesos y la beca incluye US$1.500 para el vuelo y US$3.200 para la estadía, pero que lo habilitarán en una cuenta cuando llegue al país europeo.
Así empezó con la venta de alfajorcitos de maicena en la facultad con la clara visión de especializarse en el extranjero, pero una vez terminado regresar a Corrientes para ejercer en su país.
Su historia de esfuerzo fue conocida en los diferentes medios locales, nacionales y fue ampliamente difundido a través de las redes sociales, aunque todo ello no fue suficiente para alcanzar a la meta del presupuesto necesario para viajar, por lo que continúa con la venta de alfajorcitos.
En diálogo con EL LIBERTADOR, Sofía manifestó: «No puedo creer la repercusión que tuvo todo esto. Me escribieron de todos lados, de muchos países, interesados, mucha gente me colaboró, se comunicaron para darme mensajes de apoyo, solidaridad, es increíble los post que se compartieron».
Reveló que le llamó la tención mensajes que llegaron desde Europa de argentinos viviendo allí, «mucha gente me contaba su historia de hijos estudiando afuera. En general me decían que están re orgullosas de mí y que soy una excelente representación del país».
A lo que agregó: «Todo sirvió y ahora estoy a full con los alfajorcitos, tengo demasiados pedidos y hago 20 docenas por día».
FUTURO
Sofía reconoce que es una gran oportunidad poder viajar a República Checa para la formación de grado, pero a la vez confiesa que su proyección es terminar la beca y regresar a su provincia.
«La verdad es que en este momento aspiro a rendir bien el primer cuatrimestre y obtener la renovación porque puedo extenderlo por un monto menor. Pero yo quiero volver, mi idea es hacer la beca y volver», admitió.
Continuó diciendo: «Tengo mi familia acá, todo el equipo de profes que me dan posibilidades de trabajar y también por una cuestión que amo la Argentina. Más allá del contexto difícil que hay, me parece que uno también tiene que tener presente que a la universidad hay que devolver la formación que nos dio».
Fue contundente al decir: «Por ahí la fuga de cerebro es algo triste para mí, porque dejan atrás la educación que es una inversión que el Estado hace».
Así lo definió la estudiante de Licenciatura en Historia a pocas materias de recibir su título y que tiene una fuerte convicción de llegar al monto de dinero que le permitirá obtener un título de grado en un país del extranjero a partir de un esfuerzo propio, pero sobre todo gracias a la solidaridad de todos los correntinos que colaboran comprando los alfajorcitos de maicena.
Quienes quieran aportar con la compra, pueden comunicarse a través de sus redes sociales o bien al teléfono: 3794-229-966.
Pese al boom de ventas,
aún falta para el pasaje
Pese a la gran repercusión de la historia de Sofía Sinclair, el boom de ventas de personas que aportan a la causa, todavía falta dinero para llegar a cubrir los costos del pasaje.
«La última vez que me fijé, junté 150 mil y cuento con la plata de la facultad que me va a dar 50 mil y me faltaría alrededor de 400 mil para llegar a cubrir el pasaje de ida», indicó.
Más allá del ticket del vuelo, también se trata del cálculo de otros gastos adicionales: la Visa, seguro médico y un traductor para enviar todos los documentos que le piden.
«El 2 de febrero tengo que estar allá, y tendría que hacer todo antes, sobre todo la Visa 3 meses antes. Por ahí creo que puedo llegar y después pienso que es mucha plata», confiesa Sofía.
El tiempo de permanencia en República Checa sería de cuatro meses y tiene posibilidad de renovación hasta fines de ese año, siempre y cuando cumpla con todas las condiciones.
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