Horroroso hecho sucedió cerquita de la «Casa de la Madre de los correntinos», como si fuese un escupitajo a su rostro de ternura maternal que prodiga a todo lo creado por Dios, su Dios como Ella misma lo proclama en el canto cuando fue a visitar a su prima Isabel como relata la Sagrada Escritura, la Biblia.
Un hecho que debió merecer el descontento de los «fieles» y que sin embargo ni siquiera intervinieron para evitarlo con corrección fraterna al protagonista del suceso, tal como enseña la Biblia; descontento y repudio que debe expresarse siempre y contra todo caso similar.
¡Qué diría San Francisco de Asís cuando proclamó el Cántico de las Criaturas y que el Papa Francisco lo usa como eje de su Encíclica Laudato si’ sobre la relación de todo ser humano con la Creación, la naturaleza, el planeta y los seres vivos!.
Ese hecho se refiere a una muestra de maltrato animal por parte de un jinete a su compañero de ruta, el noble caballo que lo llevó hasta la Basílica de Itatí, en un recorrido de más de 70 kilómetros, lo que quedó registrado en un video que envío una seguidora de las redes sociales de EL LIBERTADOR.
Las imágenes, como se informó este domingo a la mañana en el portal web de este diario, muestran al jinete ataviado como gaucho, que en un arriesgado acto de malabarismo, literalmente se pone de pie sobre el lomo del animal y comienza a zapatear, sin el menor reparo del daño que le puede ocasionar. Ello sucedió en inmediaciones del templo que guarda la imagen sagrada más venerada y querida por los creyentes cristianos católicos y a la vista de una multitud que no reaccionó ante el episodio, lo que provoca aún mayor tristeza por el «no te metás» de quienes presuntamente son seguidores de Jesús e hijos de la Tupãsy (Madre de Dios en guaraní), cuando la voz unánime debería haber sido, y así sea de una vez por todas: ¡Basta de esas conductas que no tienen nada que ver con la de los cristianos y devotos de la Virgencita de Itatí!
Esta y otras repudiables acciones como llevar a las mascotas caninas, los perros, a pie en la peregrinación, teniendo que soportar bajas temperaturas, lluvias, a la intemperie y la distancia, se volvieron a observar en esta «travesía de fe» (¿Será para algunos?), aunque así sea costumbres campestres de antaño. Algunos de esos animales, se publicó, según testimonios de propios peregrinos, terminaron perdidos en el camino o en la localidad.
Amerita recordarse con énfasis el pedido del sacerdote y párroco de San Luis del Palmar, el padre Epifanio Barrios, sobre el comportamiento que debe primar en una manifestación religiosa, como «no beber tanto» bebidas alcohólicas, por ejemplo; también las declaraciones de la presidente del Movimiento Argentino de Protección Animal de Corrientes (Mapac), Isabel Cocomarola, quien en diálogo con este diario advirtió sobre esas situaciones en vísperas de las peregrinaciones «tradicionalistas»: «Lo que otros ven como una nota de color, encierra un gran maltrato, un abuso y un estado de esclavitud para los animales que viven un verdadero infierno». No pocas personas, se expresaron en sintonía con sus dichos a través de las redes sociales en una consulta de EL LIBERTADOR, manifestándose por el fin del uso de caballos para peregrinar.
Eduardo Hernández
Comunicador Social católico.
.