Leo Acuña, el artista independiente que sobresale con su canto en la peatonal Junín, y anhela por conquistar los grandes escenarios.
En diálogo con EL LIBERTADOR, el oriundo de Paso de los Libre contó sobre sus inicios en la música, y los proyectos de vida a perseguir. Además habló sobre su participación en distintos eventos, y el reconocimiento del público a lo largo del tiempo.
“Que la gente te de ese cariño, se te acerque, y me digan “que lindo que cantas”, y “que Dios te bendiga”, y “mucha suerte” es algo que te llena el alma, vuelvo a mi casa contento”.
“La música es mi vida entera, estoy las 24 horas pensando en mejorar y aprender canciones, y de componer que es lo que me estoy enfocando más en este último tiempo”.
INICIOS
Nació en Paso de los Libres, pero a los tres años desembarco en Buenos Aires por razones de trabajo en la familia. “Estuve hasta los 20, y me vine a Corrientes hace tres años”, dijo. Hoy con 23, se encuentra radicado en Capital, y su familia volvió a la ciudad de origen.
Tras ser consultado sobre sus comienzos, señaló que “viene de mis abuelos y bisabuelos según papá y con el chamamé”. Además, con el mismo género se dio su primera participación arriba de un escenario, “fue a los cuatros años en un recital de mi viejo en la Feria de Mataderos en Capital Federal”, recordó.
Igualmente indicó que “cantando con él, siguiéndolo aprendí muchísimo. Desde hablar, de cómo tratar y cómo llegar a la gente más allá de la canción, ese ida y vuelta con el público. La verdad de tener a papá ahí fue fundamental”.
Por otra parte, a los 14 recibió su primera guitarra obsequiada por su mamá, “la única con la que hoy ando por todos lados, y así empiezo”, expresó. También tuvo la oportunidad de conocer a Abel Pintos, el cual se transformó en su primer referente, “ahí empecé a hacer la música que hago hoy, lo melódico, y romántico, aprendiendo a tocar la guitarra y siempre solista”.
PARTICIPACIONES Y EVENTOS
Tras su primera participación en su infancia, Acuña inmortalizó sus presencias en la Fiesta Nacional del Chamamé. “La primera vez que estuve fue en el 2013, era muy chico y papá me invitó a cantar, después estuve cinco años sin venir, y en el 2018 cuando volví fui al festival y participé. También en el 2019, y en el 2020”, comentó.
En este sentido, admitió que “esa última fue hermosa porque ya había empezado en la peatonal, la gente me conocía y que me reconozca cuando estaba arriba del escenario fue muy lindo”.
Un mes antes de venirse para Capital, el cantante y compositor reconoció su participación en el programa ¿En qué mano está?, emitido por Telefe, y que era conducido por el “Chino” Leunis. “En una parte que era sobre todo tipo de talentos, fui con el canto y con el tema La Llave de Abel Pintos, la cual fue una experiencia que nunca lo voy a olvidar”, agregó.
RECONOCIMIENTO CON LOS AÑOS
“El esfuerzo que uno hace, los artistas en general, sin el público no somos nada”, señaló, y dijo que “necesitamos ese reconocimiento para crecer y llegar a nuestros objetivos. Y que la gente me demuestre solamente cantando ahí en la peatonal y en escenarios es algo hermoso”.
Acuña se encuentra agradecido por el acompañamiento, y destacó que le genera una satisfacción tras horas de ensayos, aprenderse canciones, y de promocionarse constantemente en redes sociales al considerarse un artista independiente.
“Que la gente te de ese cariño, y se te acerque, y me digan “que lindo que cantas”, y “que Dios te bendiga”, y “mucha suerte” es algo que te llena el alma, vuelvo a mi casa contento. A veces me despierto con un mal humor tremendo por ciertas cosas, y vuelvo con otra energía, y pum para arriba”, sostuvo.
OBJETIVOS Y ANHELOS
“Tengo mis objetivos de llegar a grandes lugares, pero eso antes me desesperaba. Ahora lo tomo con muchísima calma, quiero el paso a paso, y el siguiente paso que quiero dar es grabar mi disco, que es lo estoy haciendo en estos momentos”, expresó.
Pero el compositor anhela llegar a los grandes ambientes musicales, “mis sueños más grandes son de cantar en el Luna Park; y al ver a Abel Pintos en el anfiteatro Cocomarola me despertó ese sueño llenar el anfiteatro, y cada vez que paso por ahí digo “lo voy a llenar algún día”. Son cosas que con el tiempo, con el esfuerzo y constancia, se van a ir dando”, dijo.
EL DÍA A DÍA
Hoy, Acuña reconoció que lo dado en la peatonal es su sustento para vivir el día a día. Y que en el mismo, se encuentra en Catamarca y Junín los lunes, miércoles, viernes, y sábado, “y día por medio intento ir, pero siempre fijo los viernes y sábados estoy ahí cantando” admitió. “La música es mi vida entera, estoy las 24 horas pensando en mejorar y aprender canciones, y de componer que es lo que me estoy enfocando más en este último tiempo”, concluyó.