El Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr), en el marco del desarrollo de la segunda etapa del Plan Proyecto Humanitario (Pph2) para la identificación de restos de excombatientes argentinos caídos en la Guerra de Malvinas de 1982, confirmó que no hubo nuevos resultados en las excavaciones realizadas en la Caleta Trullo, Islas Malvinas.
El jefe del proyecto, Laurent Corbaz, y el titular de la Unidad Forense del CICR, el argentino Luis Fondebrider informaron que en la tumba colectiva «se encontraron restos de, al menos, cinco personas», y no cuatro como se pensaba originalmente. Explicaron que algunas muestras serán trasladadas al continente en un vuelo privado el próximo jueves 26, para ser analizados en el laboratorio del EAAF en la capital cordobesa.
«Después de que un sacerdote bendijera la operación, comenzamos el martes los trabajos de exhumación de la tumba. Y el miércoles cuando abrimos la bolsa de cuerpos, nos encontramos con restos de, al menos, cinco personas. Son fragmentos de cuerpos, no cuerpos completos, esqueletizados», precisó Fondebrider, ex titular del EAAF.
No obstante, aclaró que «estos cinco cuerpos, no significan cinco identificaciones; sino que solamente significa que el proceso de identificación recién está comenzando». A diferencia del trabajo realizado en 2017, cuando fueron exhumadas las tumbas no identificadas, con la denominación «Soldado argentino solo conocido por Dios», en este caso la labor se centra solo en una tumba colectiva ubicada en Darwin, cerca de la cruz mayor que preside el camposanto.
El secretario de Asuntos Relativos a Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus había confirmado el jueves pasado que el equipo forense del CICR, luego de trabajar en la tumba colectiva C.1.10, se trasladaría a Caleta Trullo «con el propósito de realizar la búsqueda e identificación de una posible tumba de guerra temporaria, que podría contener restos de soldados argentinos no identificados». Sin embargo, este domingo se confirmó que no hubo hallazgos.
DUELO Y MEMORIA
El proceso de identificación de los soldados argentinos se inició en 2012, cuando se envió una carta al CICR para solicitar su intervención. En 2013 se conformó un equipo de trabajo bajo la coordinación del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos para elaborar protocolos que permitieran obtener información de cada familia sobre su ser querido caído en Malvinas y en el año 2016, se firmó el acuerdo entre los gobiernos de Argentina y el Reino Unido por el cual se encomendó a la Cruz Roja la tarea de identificación de 121 tumbas (122 cuerpos) en el Cementerio de Darwin, cuyas lápidas decían «Soldado Argentino Sólo Conocido por Dios».
Los trabajos forenses de identificación de los muertos argentinos en la guerra de Malvinas, que tuvieron esta semana avances significativos, son seguidos con ansiedad y expectativa por los familiares de los caídos que desde hace 39 años no tienen la certeza de dónde se encuentran enterrados los restos de sus seres queridos y siguen sin cerrar el proceso de duelo.
«Es un dolor que vamos a llevar siempre en nuestros corazones y esto nos va a ayudar espiritualmente a cerrar un círculo, un duelo que no pudimos concluir», dijo Elsa Beatriz Cremona, esposa del cabo primero -post mortem- de Gendarmería Carlos Misael Pereyra, uno de los 649 caídos argentinos en la guerra de Malvinas, en diálogo con Télam.
Fuente: Télam