Hermanos:
Y el Señor Todopoderoso os dijo…
«No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor- le dijo el ángel-» (Lucas 1, 30).
«Y el Espíritu Santo vendrá sobre tí, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al Santo Niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios» (Lucas 1, 35).
«Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un Hijo; la soberanía reposará sobre sus nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz» (Isaías 9, 6).
Se renovaron una vez más las esperanzas y el milagro de la vida con «el Salvador del mundo».
Para conocer, entender y comprender un poco más la historia de la humanidad y de la fe, la lectura de esos hechos es más que importante para los hombres y creyentes en Cristo Jesús.
La Natividad de Jesús, la Natividad de Cristo, el Nacimiento de Jesús o el Nacimiento de Cristo, se describe en los evangelios bíblicos de Mateo y Lucas. Los dos relatos coinciden en que Jesús nació en Belén de Judea, su madre María estaba desposada con un hombre llamado José, que descendía del rey David y no era su padre biológico, ya que su nacimiento fue causado por la intervención divina.
La natividad es la base de la festividad cristiana de Navidad el 25 de diciembre y juega un papel importante en el año litúrgico cristiano. Muchos cristianos exhiben tradicionalmente pequeñas escenas del pesebre que representan la Natividad en sus hogares.
Para ilustrar aún más, «la catequesis es primordial y necesaria» y compartir las sagradas escrituras:
Lucas 2,1-20:
1- Y aconteció en aquellos días que salió un edicto de César Augusto, para que se hiciera un censo de todo el mundo habitado. 2- Este fue el primer censo que se levantó cuando Cirenio era gobernador de Siria. 3- Y todos se dirigían a inscribirse en el censo, cada uno a su ciudad. 4- Y también José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David, 5- para inscribirse junto con María, desposada con él, la cual estaba encinta. 6- Y sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. 7- Y dio a luz a su hijo primogénito; le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. 8- En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche. 9- Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. 10- Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; 11- porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. 12- Y esto os servirá de señal: hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. 13- Y de repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo: 14- Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes Él se complace. 15- Y aconteció que cuando los ángeles se fueron al Cielo, los pastores se decían unos a otros: Vayamos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a saber. 16- Fueron a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17- Y cuando lo vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este niño. 18- Y todos los que lo oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores. 19- Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón. 20- Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.
Volviendo al presente y recordando la historia de siglos y siglos; el presente histórico y real de las sociedades globalizadas, demuestran que no han aprendido nada, que no han entendido nada, que las lecciones de vida no sirvieron para enmendar errores propios y ajenos.
¿Qué más debe pasar en el planeta Tierra para que el hombre, que se ofende cuando se le quiere comparar con una bestia y aún así ciertas bestias son más humanas?, ¿Jamás ponen en práctica su calidad de ser humano racional?, ¿No se convencen que la vida es potestad de Dios? Empezando por negarla desde la concepción y violando los Derechos Humanos (DD HH), con una matanza indiscriminada alrededor del mundo con las terroríficas leyes del aborto. El mundo está plagado de pseudos y a la vez verdaderos Herodes.
Una Argentina vergonzosa es cómplice, jactándose de ser respetuosa de ideales y diversidades… ¿Pero merece respeto un Estado que apoya la muerte a cualquier precio?, ¿Cuándo esa muerte es moda, capricho y desafío?
¿Son tan vacíos, que no os dais cuenta, desafían al Dios Todopoderoso?, ¿Atrevidos y necios en pretender una omnipotencia que no les pertenece?, ¿Ciegos con las vendas y los espejos de colores que les regalan los estamentos de poder?
Ojalá que esa ceguera sea iluminada por la verdadera luz de «la Estrella de Belén y por la luz del Sol» que nos regala nuestro Dios; día con día y que enciende la claridad de la razón y la fe, que tanto se necesita.
Una vez más, con la mano en el corazón y la mirada elevada al cielo… Que se entienda:
«Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él» (1 Juan 4,9).
Y… «¿Para qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida?» (Marcos 8, 36).
Es Palabra de Dios.
* Párroco de la localidad
de San Roque.
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