Los primeros días del año están siendo muy complicados para el comercio considerando que tienen muy pocas ventas a partir de un contexto de crisis y sobre todo el calor sofocante que genera que la gente evite salir de sus casas.
En diálogo con EL LIBERTADOR, el gerente de un local de la peatonal Junín explicó que las primeras semanas fueron muy complicadas por el escaso consumo.
«Junín está vacío, no hay nadie. Por la tarde empieza a haber un poco de movimiento después de las 18», expresó.
Las imágenes de la principal calzada comercial lo dicen todo: ayer a las 10 de la mañana muy poca gente y los negocios prácticamente vacíos.
Al parecer el contexto que genera un impacto negativo tiene que ver con la crisis inflacionaria que ocasiona que las familias sólo compren lo necesario y a esto se suma el factor climático del Nordeste, con una semana en la que la temperatura llegó casi a los 40 grados en Corrientes.
Lo cierto es que, en este panorama, los vendedores y empresarios tienen expectativas que el mes que viene pueda reuntar la venta teniendo en cuenta la aproximación del inicio del ciclo lectivo.
«Con el comienzo de clases esperamos que se impulsará el consumo con los preparativos del uniforme, calzados, útiles y demás», indicaron.
MEDICIÓN
De acuerdo con el Índice de Ventas Diarias de Comercio Minorista (Ivdcm) del Banco Central, en la medición mensual de diciembre, las ventas anotaron una caída del 7,28 por ciento, logrando así seis meses consecutivos de caídas en la comparación a 12 meses.
Esta situación ya fue reflejada por las páginas de EL LIBERTADOR desde el sector de supermercados.
El titular de una conocida cadena, Ricardo Cáceres, reveló que bajó mucho el consumo: «Está todo muy flojo. La gente no viene. Más allá que todos los años en enero baja todo, esta vez es muy significativo», sostuvo.
Crece el número de locales
cerrados, en alquiler
En la zona del microcentro crece el número de locales cerrados, en alquiler. Se trata de negocios que funcionaban para la venta de diversos rubros y que no pudieron seguir sosteniéndose a causa de los costos que significa mantener un comercial: el pago de personal, asumir impuestos, el presupuesto de servicios y a ello se suma el valor de la renta.
En diferentes cuadras de la peatonal o en adyacencias, se ven lugares con el cartel de alquiler. En algunos casos incluso, permanecen cerrados durante varios meses sin poder encontrar un nuevo interesado.
La misma situación se refleja en todo el país y en un diario porteño incluso dejan el interrogante: Habrá que ver si esta situación se mantiene en el comienzo de 2023, ya que desde el sector inmobiliario prevén que por efecto de la inflación y las condiciones que fija la legislación vigente, el costo de alquileres subirá 81 por ciento en el inicio de este año.
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