La llegada de la Virgen de Itatí al escenario Osvaldo Sosa Cordero marca el puntapié inicial de cada Fiesta Nacional del Chamamé, siempre acompañada desde hace 19 años por su portador a caballo, Alfredo Ellero.
Este año, por problemas de salud, Ellero no pudo cabalgar en la apertura, por lo que fue llevada en brazos por el predio del anfiteatro por el cabo de la Policía de Riachuelo, Juan José Torres.
Sin embargo, Ellero, a sus 78 años, pudo estar y la recibió en el escenario para llevarla hasta su pequeño altar, desde donde la Virgen protege a los correntinos y los chamameceros durante las 10 noches de la gran fiesta.
En una entrevista con EL LIBERTADOR realizada el año pasado, el custodio se refirió al momento en el que ya no pudiera ingresar con la Virgen y pidió que la fiesta se abriera «con alguien que tenga fe y no con alguien que entra para sacarse foto».
«Las fotos tengo miles, pero la fe es otra cosa, algo que te corroe por dentro, como si fuera la mismísima sangre que te está diciendo «llevame, llevame que yo quiero andar con vos». No terminaría nunca de hablar de la fe de nuestra madre», expresó en esa oportunidad.
«Ella es la madre de todos nosotros, es mi Norte», afirmó en esa ocasión en la que también contó cómo se volvió el custodio de la Virgen, a partir del pedido de un amigo.
«Un día en el patio de Cultura, Norberto Lischinsky me dice: «Alfredo tengo algo para vos», y le digo ¿qué es?; «quiero que entres en el festival del Chamamé con la Virgen». Le digo: «Escuchame, vos sos judío y me decís que entre con la Virgen», pero me dice que esto es «Fe y Tradición»», explicó.