Luego de conocerse el ungimiento de Sebastián Benítez Molas como interventor, pocas fueron las novedades emanadas desde la cúpula nacional respecto a los próximos (e inmediatos) pasos que se deben tomar para organizar a la oposición de cara a las citas electorales que se avecinan. Si bien se espera la formalización de las fechas, aún en debate dentro del Congreso, que conllevará la decisión para la convocatoria provincial, las miradas se posaron en quien deberá tomar el timón en Corrientes. La Cooperativa con su extensión en La Cámpora y algunos intendentes pretenden arrogarse la representación del conjunto, incluso en menoscabo del propio delegado nacional ¿Promesa de chispazos o conciencia de fortalecer una alianza hacia adentro antes de encarar las que son hacia afuera y vencen el 29 de junio? El viernes se reunió un sector del PJ con participación de potenciales aliados, en un cónclave que hizo ruido y respecto del cual los asistentes mostraron disconformidad.
El nombramiento de Sebastián Benítez Molas como interventor del Partido Justicialista de Corrientes se confirmó este miércoles 28. Fue anunciado por el propio dirigente chaqueño, que hasta ahora ocupa la Subsecretaría de Relaciones Institucionales y de Gobierno de la Nación, dependiente de la Jefatura de Gabinete (Santiago Cafiero).
03-POLITICA
La principal definición que aguarda el peronismo de Corrientes es si habrá una bajada de línea fuerte para que las comunas del peronismo voten junto a las de Gobernador.
Es el tema central a considerar, que servirá además como para ver la pata a la sota de las intenciones hasta ahora difusas del poder central respecto a Corrientes.
Benítez Molas prepara por estas horas su equipo y plan de acción. El tiempo que se tomó para desembarcar en el distrito parece lógico, para que se vaya decantando la nueva realidad.
Lo más probable es que, entre mañana y pasado, Molas llegue a Corrientes.
Son muchos los sectores que ya esbozaron ensayos de consensos, un detalle clave si se pretende competir de forma seria ante el radicalismo y sus aliados. Pero hay otros que pretenden acaparar la agenda de la Intervención, presumiendo su ligazón con el normalizador partidario.
Se debe tener en cuenta que la dilación, respecto a definiciones cruciales dentro de la orgánica, se ve correspondida con el dilatado debate de las fechas electorales para este año. Es que el ministro del Interior, «Wado» De Pedro trabaja contrarreloj con los diferentes bloques del Congreso de la Nación para apuntalar el proyecto del Gobierno central de prorrogar un mes cada uno de los turnos electivos.
Si bien, desde Juntos por el Cambio dieron un aval implícito para que las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) se concreten el 12 de septiembre y las generales parlamentarias nacionales se lleven a cabo el 14 de noviembre, todavía no se plasmó formalmente en los recintos legislativos. Una condición sine qua non, para modificaciones de este tenor.
Para ello quedan sólo cuatro días a partir del martes, aunque la renovada tensión que se generó en torno a las clases podría hacer naufragar el intento acuerdista, en cuyo caso o se votaría el 8 de agosto en las Paso, o el Gobierno iría por la suspensión, así como por una ley de lemas para votar juntos el 14 de noviembre en una sola fecha, tal como lo insinuó semanas atrás Sergio Massa.
El renovado enfrentamiento con Juntos por el Cambio habilitaría al Gobierno a sumar aliados con presencia del principal sector de la oposición, en una jugada de alto impacto que se justificaría en la excepcionalidad de la pandemia.
ANSIEDADES
Todo este horizonte, plagado de condicionamientos políticos e institucionales, exacerba los ánimos que muchos dirigentes del peronismo local, que aguardan un más que necesario diálogo con el Interventor, conscientes de que los tiempos se acortan y en la otra vereda hay un aparato bien organizado dispuesto a sostener la batuta en la Provincia.
Se espera que en los próximos días se conozca un «plan de vuelo» para surcar un aire espeso que se fue generando con diferentes inconvenientes sostenidos desde antes de la dimisión de Julio Sotelo, cuya gestión fue esmerilada por el constante accionar de grupos internos como la denominada «Cooperativa del PJ», que había logrado establecer un cerco en torno al chaqueño.
Un cónclave que dejó tela para cortar
Sorprendió a propios y extraños una convocatoria de apuro que motorizó, por la libre, el diputado «Pitín» Ruiz Aragón para una reunión el viernes a las 18 en la sede del PJ, en la cual se dijo estaría el flamante Interventor.
La convocatoria, limitada y marcadamente sectaria que terminó siendo en el Sindicato de Empleados de Comercio, incluyó a algunos aliados históricos del PJ que entusiasmados por la prometida presencia de Benítez Molas no sólo hicieron acto de presencia, sino que bajaron línea no sin poner de manifiesto la necesidad de que el justicialismo ordene antes su propia representación.
Aunque con notorias ausencias, el pretendido cónclave no dejó satisfechos ni siquiera a quienes de él participaron sin que el convocante pueda aclarar las razones de la no presencia de Molas que, en los hechos, nunca habría tenido la intención de anticipar su llegada a la Provincia.
De hecho, todos los sectores tienen derecho a reunirse, a ajustar sus estrategias y cursos de acción. Quizás el error estuvo en presentar el mitin como una expresión orgánica de un Frente de Todos que tiene todo por delante para armarse y que requiere como presupuesto previo que el peronismo ordene su casa, tarea que demanda amplitud, pluralidad y diálogo, así como que ningún sector se arrogue por sí una representación que el resto del justicialismo le desconoce.
UN PASO FALLIDO. Algunos pocos legisladores, intendentes y dirigentes invitados participaron de una reunión que convocó además a potenciales aliados. En el justicialismo hubo reproches por el sectarismo; y en los posibles aliados, desconcierto. Lo que molestó fue que el cónclave pretendiera erigirse como representación del conjunto y el anuncio mendaz de que estaría el Interventor. Benítez Molas maneja sus propios tiempos y es consciente de la responsabilidad de representar al conjunto de un peronismo que busca su destino en una carrera contra el reloj.