Esto se fue todo a la miércole, ellos nos ignoraron, nos dejaron solos», lamenta con impotencia Leandro Rodríguez, al igual que su señora, quien es hijo de un conocido empresario del transporte de Misiones, «Moncho» Rodríguez.
Como su caso, se multiplican las descripciones estremecedoras de la insólita e histórica catástrofe por los incendios que desde diciembre ya encendieron todas las luces rojas posibles sobre lo que se avecinaba. Con pérdidas millonarias, habitantes rurales y productores de diversos rubros se debaten entre el desánimo con la idea de bajar los brazos o seguir con mayor ímpetu, aún para restaurar el daño provocado por la tragedia, que sin dudas ameritará en su momento un análisis exhaustivo de las causas que la provocaron.
SIN AYUDA
DE NADIE
La señora de Leandro Rodríguez, con tremenda rabia por la angustia manifiesta en su descripción en un audio, al que luego se referirá su marido:
«Silvana, querida ¿Qué querés que te diga? Estamos debastados. Esto es un desastre. Dos días peleando… Venimos peleando hace 20 días, ayudando a todos nuestros vecinos para que no le pase el fuego a nadie, para que esto no suceda. No tuvimos ayuda de nadie, absolutamente de nadie. Pedimos aviones, nada.
Venía el fuego por un campo que se llamaba Santa María, que lo tiene el Inta, que prácticamente está abandonado; después atravesó por la Reserva que la tiene Corrientes, que es la Reserva de Thompkins, que ya veníamos anticipando que estaba abandonada, que tenía pajonal de un metro y medio de altura, totalmente seco.
Y ya lo dijimos. Les escribí a todas las autoridades, al Ministro de la Producción, al Gobernador, a todos, diciéndoles que si ellos no mandaban aviones hidrantes para parar ese fuego en los campos bajos, iba a agarrar las forestaciones, la nuestras y la de todos nuestros vecinos e iba a llegar al pueblo de Galarza. Perdimos 3 mil hectáreas de pino de 30 años, un trabajo de toda una familia donde, nosotros nomás, dábamos trabajo a 60 familias. Había familias que vivían en nuestros campos, perdieron sus casas. El pueblo entero de Galarza trabajaba para nosotros, porque el que no trabajaba dentro del campo tenía sus esposas que nos armaban las bolsas para resinar. Esto es un desastre.
Estaban todas las guardias de fuego, los tres aviones hidrantes, dos helicópteros; trajeron guardias de fuego de Córdoba, Mendoza, Jujuy para un country que está en Ituzaingó, donde los gobernadores de Misiones y de Corrientes tienen sus casas que valen 300 mil dólares cada una. Nosotros, la familia Rodríguez, perdimos 30 millones de dólares. Dábamos trabajo a un montón de gente y era uno de los lugares de producción más importante del lugar. No les importó nada. Al Ministro de Producción le escribí todo esto y me bloqueó. No les da la cara. Ellos dicen que hicieron todo lo que tenían que hacer, ¡mentira!, no hicieron nada, nunca apareció un avión. Nunca. Tenemos todos los videos. Los tres aviones hidrantes estaban totalmente dedicados a apagar el fueguito de San Gará y nosotros estábamos incendiándonos. Se estaba incendiando un pueblo.
Ayer cuando veníamos, desbastados porque no dábamos más de agotamiento, por la ruta 41 entraban camiones con cisterna, camionetas hidrantes, blanquitas, divinas, amorosas, colectivos… Un montón de cosas. Empezaron a caer los aviones cerca del mediodía cuando ya estaba todo desbastado, atravesado todo el fuego. No hicieron nada. Lo único que saben hacer es cuidarse lo de ellos, que encima es lo nuestro porque nosotros les damos de comer a ellos ¿Quién paga los impuestos? Nosotros ¿Sabés lo que paga una producción de 30 millones de dólares activos?
Ahora se van a cagar, porque no van a tener más productores en la zona.
Esto se fue todo a la miércole. Es un desastre y ellos nos ignoraron. Nos dejaron solos.
Te voy a mandar los videos para que veas la fuerza que tenía el fuego, para que veas lo que se quemó. Pinos de 30 años de trabajo, que dábamos trabajo en la zona, ahora no tenemos nada. Nos quedamos sin nada. Y un pueblo desaparecido.
No tienen vergüenza de lo que nos han hecho. Priorizan sus propiedades millonarias que las utilizan para veranear y descansar, en vez de priorizar la producción y el trabajo del pueblo».
PEDIDO DE AUXILIO SIN RESPUESTA: «Esto es un infierno»
Tras las manifestaciones de su esposa, Leandro Rodríguez también realizó declaraciones:
«Buenas tardes, mi nombre es Leandro Rodríguez, mi papá es ‘Moncho’ Rodríguez, capaz alguno del grupo lo conoce. Con mucho esfuerzo toda su vida forestó, viviendo de una actividad como el transporte. Ya en el año 2020, producto de la negligencia de la empresa Pomel, se nos quemó 2 mil hectáreas de forestación de más de 30 años, como dice mi esposa, que es la del audio que mandaron; lo mandó en uno privado, no era la intención que se difundiera, pero bueno… El martes nos entró un fuego de la Reserva que maneja la Fundación de Tompkins aparentemente y en 12 horas, desde las 2 de la tarde hasta la 2 de la mañana nos quemó las otras 2 mil hectáreas de forestación que nos quedaba en este campo. Y a mi vecino Claudio Espringer, creo que 1.200.
Como dice ella, salvo los números que da, que no son exactos, todo lo demás que expresó es verdad. Se puede corroborar; acá hay gente del grupo, no voy a nombrar, yo mismo le llamé, le pedí el avión, no solo para mí, le dije que paraje Galarza se iba a quemar y de hecho se quemó. Y como ella dice, al otro día se escuchaba los aviones y nosotros vimos cómo entraban los colectivos vacíos, que solo entró para desalojar al pueblo y las demás camionetas oficiales.
El único apoyo que recibimos, además de nuestros vecinos y de la gente de Espringer, fue una camioneta de Bomberos y Orlando Villalba con otra camioneta, tarde ya, cuando prácticamente se quemó todo. Se terminó de quemar el miércoles.
Lo que quiero aclarar es que todo es cierto, yo no sé cómo hizo ella pero habló con muchas autoridades, con el Gobernador, con el señor Anselmo, con el Intendente de Santo Tomé y la verdad fue que, como ella dice, estuvimos apagando fuego durante meses en campo vecinos y lamentablemente nos entró y quemó todo.
Lo otro que voy a decir es que cualquiera que conoce la zona, es lamentable, pero las condiciones en las que vivía la gente en paraje Galarza ya eran inhumanas; esto fue un infierno, pero esa gente ya vivía en un infierno.
A los políticos nunca les interesó evidentemente y creo que nunca habrán visto lo que era, porque de hecho si hubieran ido a ver ese paraje, les hubiera dado un poco de vergüenza y hubieran hecho algo por esa gente. No lo hicieron cuando no se quemó, no lo hicieron después.
La verdad es que este audio de mi señora no quería que llegue al grupo, pero lo tengo que salir a aclarar y lo hago más que nada por el monto de los números que dijo que no son exactos.
Admiro a mucha gente que colabora en diferentes incendios y les mando un saludo».
.