En un viaje marcado por la memoria y la búsqueda de sanación, un nuevo contingente de excombatientes correntinos regresó a las islas Malvinas, una iniciativa del Gobierno provincial que constituye el sexto viaje de este tipo y el segundo en lo que va del año. Entre las historias que emergieron de esta conmovedora travesía, se destaca la de Mario Sánchez, oriundo de Solari, Corrientes, quien después de 43 años, logró encontrar su posición en monte Kent, un momento de profunda emoción.
Así lo relató a EL LIBERTADOR, el director de Malvinas Argentinas, José Galván, quien agregó que a su regreso lo podrá contar en primera persona.
Lo cierto es que Sánchez, quien combatió en monte Kent durante la guerra de Malvinas, revivió el horror de aquellos días al regresar al lugar. Su testimonio resalta la dramática vulnerabilidad a la que se enfrentaron los soldados. En un relato cargado de recuerdos, Sánchez rememoró el bombardeo de helicópteros y, con dolor, recordó a su amigo de Mocoretá que cayó en batalla.
Este viaje, que inició el viernes 8 de agosto y culminará con un recibimiento de honores este lunes en el aeropuerto de Corrientes y luego en Casa de Gobierno, no es solo un regreso físico, sino un profundo «viaje sanador» para los veteranos, una oportunidad para honrar a sus caídos y mitigar las heridas del pasado. El itinerario fue cuidadosamente diseñado para maximizar este propósito.
El primer y más emotivo destino fue el cementerio de Darwin, un lugar sagrado donde los excombatientes rinden homenaje y buscan las tumbas de sus compañeros. «Es un punto muy duro para nosotros, pero nos ayuda a seguir sobrellevando la vida», expresó el coordinador del viaje, encapsulando el dolor y la necesidad de este ritual. La agenda continuó con visitas a sitios emblemáticos de la contienda como monte Harriet y monte Longdon, lugares donde cada veterano combatió en 1982. El objetivo, como señaló un veterano, es «volver a la posición que ocupamos (porque) nos permite reafirmar que hicimos todo lo posible. No obtuvimos el resultado que queríamos, pero dimos todo».
La expedición abarcó una extensa geografía de las islas, visitando lugares como el Memorial de H Jones, el Salón y Museo de Goose Green, y los restos de helicópteros del Ejército Argentino. Este tipo de viajes no solo refuerza el lazo con la historia, sino que ofrece a los protagonistas de aquellos días un espacio crucial para procesar y, quizá, encontrar un atisbo de paz.