La denominada mega causa de los terrenos encierra un nuevo round, quizás el más alevoso, de una interna radical sin tregua.
Más allá de los nombres propios en cuanto a los funcionarios y empleados detenidos en las oficinas de Catastro y Propiedad Inmueble, el detalle que explicaría la mayoría de los acontecimientos lo da la pertenencia política de algunos involucrados.
Sí: ricardistas versus valdesistas. Una variable de conflicto que nuevamente entra en juego. Así viene sucediendo en casi todo este último tramo de gestión, en el que el Gobernador demostró sus laureles ante el poder central y los validó con aptitudes de maniobra a escala nacional pocas veces vista en un dirigente correntino. Ello, representó una obligación dentro del ala pesada de la UCR provincial, respecto a la necesidad de acotarle el poder de fuego a un exponente joven que comenzó a mirar más allá, dejando el vuelo de cabotaje que supo sostener y contagiar el mercedeño durante casi 15 años.
Lo de los terrenos es un capítulo más de esta puja de poder interno entre los radicales. Hasta entonces, hubo varios cruces subrepticios que pasaron desapercibidos por el ojo del vecino correntino, pero que desde EL LIBERTADOR, ya como una marca registrada, sabe explicar y exponer para que se comprenda la siempre particular coyuntura correntina y nacional.
SUCESIÓN DE
CONFLICTOS
Desde cuestiones como la paridad de género, el voto joven, la acefalía en la Defensoría del Pueblo, el manejo de la seguridad, así como la interacción con la Justicia; los episodios electorales en Ituzaingó y Mercedes, con el último round relacionado al Intendente suspendido, en los papeles hasta ahora. Todos son escenarios de constantes disputas que a la vez incluyen a referentes de las fuerzas aliadas dentro de ECO que también gravitan en algunos ministerios.
El ricardismo le hizo sentir las jinetas a un sector parlamentario que intentó instalarse como el núcleo valdesista. Fue así que el mismísimo oficialismo cajoneó el proyecto impulsado por el propio Valdés para la paridad de género. Lo que valió el rezongo público del mandatario provincial contra los legisladores.
Ni qué hablar de la integración del Gabinete. Ya que en el primer gobierno del ituzaingueño, los ricardistas de paladar negro quisieron someterlo al ninguneo, so pretexto de que al único que se le debía explicaciones era a Colombi. Así les fue: terminaron eyectados de sus carteras y contentados con diferentes cargos (bancarios y/o legislativos), claro, luego de una negociación de dientes apretados entre el mandatario provincial y el Presidente de la UCR.
Después vino la jugada del mayor de los Valdés (¿el hermano se prepara para 2025?). Dio inicio a una avanzada, rebenque en mano, demostrando quién era el dueño de la lapicera.
Su mesa chica de gestión comenzó a mostrar vuelo propio, apuntalando sus estrategias en otro espectro correligionario, el que para muchos maneja los hilos tras bambalinas: la Cooperativa Universitaria o el ahora denominado monismo.
Este espacio del radicalismo vernáculo oficia como una especie de territorio neutral, cabecera de playa para las movidas electorales en distritos como el capitalino y lugar de encuentro para que los chispazos no alcancen las llamas.
De esta manera viene maniobrando el Gobernador un sinfín de conflictos puertas adentro. A veces son cuestiones indisimulables, como la conformación de la cúpula policial, renovada en los últimos meses con una purga general pocas veces vista. Previo paso fue el enroque ensayado entre los ministerios de Justicia y Seguridad. Uno de los funcionarios, enemistado con el ricardismo, fue sostenido por el ituzaingueño.
Así, policía, justicia, se sumó lo de las últimas horas con Catastro y demás, en una especie de autogolpe pregonado de una manera espectacular cuanto menos llamativa.
La causa de los terrenos está bajo la órbita del Juzgado (provincial) a cargo de la jueza Josefina González Cabañas, con el fiscal Robineau.
PRÓLOGO
DESATENDIDO
En febrero de este año, al comienzo de la segunda quincena, se conoció el incendio de una oficina en el Registro de la Propiedad. El fuego afectó el área de sistemas que guardaba importante documentación que había comenzado a investigarse de parte de la Justicia.
Resulta conveniente mencionar que la titular del área, Eugenia Demetrio fue la que instruyó al asesor legal de la Dirección a promover la investigación en la Justicia Penal, luego de advertir maniobras non sanctas hechas por algunos profesionales, que habrían incursionado en accionares fraudulentos para la obtención de terrenos en Santa Ana.
Así, el sugestivo siniestro ígneo fue reconocido por muchos como un hecho para nada fortuito.
Ya desde entonces, ni bien si iniciaron las primeras pesquisas sobre la mega causa, se expuso otro detalle llamativo. La filtración de información sumaria de parte de efectivos y autoridades policiales. Por ello fue que se solicitó el apoyo de una fuerza federal para evitar la permeabilidad de algunos investigadores. No fue casualidad ver a la Prefectura en diligencias judiciales de la órbita provincial. Fue otro telón de fondo de la disputa latente entre quienes responden a un sector y a otro. Una de muchas razones que derivaron en la purga policial.
Entonces, lo del fuego, para muchos sirvió para limpiar los rastros del sector que en la semana que termina se aprontaba a recargar los cañones para salpicar sobremanera a la imagen del Gobernador.
Así mismo, en la Rosada correntina hay quienes se animan a apuntar a una parte del partido que gobierna como la instigadora de los acontecimientos que hoy se traslucen en la mega causa de los terrenos.
Será clave cómo actuará Valdés y sus alfiles, así como la forma en la que se moverá el circuito procedimental del caso. Y también se podrá palpar la animosidad según la espectacularidad que sigan dando algunos sectores de la prensa. Todos estos detalles permitirán dilucidar los muchos cabos sueltos que, en caso de unirlos, expondrá lo que ya sería una relación rota: ricardismo-valdesismo.
¿De fugada a testigo?
Otra particularidad de la mega causa la dio la «gestora», que fue señalada como prófuga desde que se inició la investigación y los primeros allanamientos. Se trata de una mujer de apellido Vázquez, quien era tenida en cuenta como una falsa notaria.
Cuando todo se reveló, a principio de año, se informó la fuga, o presunta fuga. Puesto que después tomó fuerza la versión de que se convirtió en una especie de «testigo protegido». Fue gracias a sus informaciones que se dio este último mega operativo que se replicó en diferentes allanamientos y detenciones.
No fue un hecho azaroso que en las últimas horas, oportunamente, esta mujer tomara voz en algunos medios.
En concreto, la fuga no se habría dado nunca, sino que fue parte de una estrategia para desorientar a propios y extraños, ya que Vázquez habría sido detenida de inmediato y se le habría propuesto una maniobra atenuante para su situación, dando datos específicos que colaboren a poder dosificar los capítulos de una causa que está a un paso de convertirse en una historia de controversia política.
Movida opositora
Hasta el momento, la oposición reaccionó ante la mega causa con una movida impulsada por el senador, «Pitín» Aragón, cuyo proyecto de resolución -acompañado por sus pares- contempla la convocatoria al Ministro de Hacienda para brindar detalles de los hechos sucedidos en las últimas jornadas. Aunque fuentes del palacio de Hacienda dejaron trascender que la responsabilidad en el caso pasó a tenerla el fiscal de Estado, Ortega.
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