Tal fue una de las revelaciones del secretario penal Federico Grau, acusado junto a otros funcionarios de haber recibido coimas del narcotráfico. Pero él insiste en que no hay pruebas de ello y que, al contrario, son los fiscales que lo imputan los que protegen al jefe del narcotráfico en Corrientes. Los acusó de «trampear» la ley del arrepentido. Y que no procesaron al narco, pese a su confesión.
03-POLITICA-18«Cuando me detuvieron, que me llevaron desde acá en malas condiciones, mi abogado me dijo: «Te trasmito lo que me hizo decir el juez (Sergio) Torres, que si te arrepentís contra Soto Dávila dormís en un chalet de la policía montada y al otro día estás en tu casa». Y yo no iba a mentir para involucrarlo al Juez».
Esta fue una de las revelaciones del suspendido secretario penal del Juzgado Federal Nº 1 de Corrientes, Federico Grau, que ayer concedió una extensa entrevista a Radio Sudamericana luego de haber declarado en la audiencia que se viene llevando a cabo en el Tribunal Oral Penal Federal de Corrientes, en una causa que llevó al desplazamiento del ex juez Carlos Soto Dávila.
Una necesaria versión comprimida de esa entrevista se reproduce a continuación:
Doctor Grau, se decía que usted recibía dinero de los narcotraficantes para agilizar las causas de ellos. De eso se le acusó desde un primer momento.
-Exacto, y son falsas. Nunca recibí dinero de nadie. Nunca hubo ninguna negociación con nadie. Fue una de las cosas que dije ayer, ninguno de los abogados que están acusados, al igual que yo, recibió nada. Nunca.
¿Nadie le dijo «le doy 30 mil pesos para que me solucione este tema»?
-Nunca. Jamás. Por eso mi indignación, porque entiendo que esto lo armaron para descabezar el juzgado. Y en ese pre ordenamiento, tenían que hacer las cosas de tal manera que consista en una detención, porque o si no, nosotros seguíamos en funciones y el concurso o la intervención de un narcotraficante, a quien el Juez y quien les habla, el Secretario, habían tramitado la causa donde se lo metió preso a él y a la mujer.
Del narcotraficante que estamos hablando es «Morenita» Marín, conocido como uno de los tres grandes cabecillas de todo lo que fue el narcotráfico de la región. Para usted, ¿todo esto fue armado por el Ministerio Público?
-Esto fue armado por el Ministerio Público, ayer lo puse de manifiesto con documentación y hechos. La documentación consiste en las resoluciones y dictámenes y con los hechos en el sentido de que hicieron esto y lo otro. Ellos necesitaban, para que Marín declare libremente y sin responsabilidad, que Marín no tenga responsabilidad de ningún tipo. Entonces echaron mano de la ley del arrepentido, violando todo el articulado de tal manera que no se pueda o no quisieron corroborar sus dichos. Si yo acuso a un funcionario, tengo que tener el mayor de los cuidados en cumplir los requisitos que establece la ley, que están claramente determinados.
TRAMPA
¿Qué quiere decir fundamentalmente?
-Mantengo lo que dije ayer: armaron la causa para perseguirnos, no para averiguar la verdad. Mutilaron pruebas, lo que está claramente demostrado; mutilaron la intervención del narcotraficante que dice habernos coimeado, lo sacaron. Metieron a los abogados de la asociación ilícita de Marín como miembros de asociación ilícita nuestra, supuestamente de Soto Dávila, lo cual es ilegal. Es perverso y obsceno. Lo tenían que hacer de esa manera, porque o si no, no podían utilizar la ley del arrepentido, que solamente utilizaron el artículo 1 y después violaron todos los artículos que le siguen. No dieron cumplimiento al 3, 6, 7, 11 y al 13, que establece claramente todas las responsabilidades, los beneficios y los requisitos que los fiscales y el juez deben cumplir. No lo cumplieron. Trampearon la ley del arrepentido.
Las escuchas telefónicas, mucho se habló de ellas. ¿Usted aparece en alguna de esas escuchas?
-En ninguna, no hay escuchas mías, no hay textos, no hay ninguna prueba, no hay ningún arrepentido, no hay ningún imputado, ningún testigo que diga que yo le haya pedido algo.
También se habló de un estándar de vida suyo elevado, que no se condice con un secretario de un Juzgado, por más que tenga un buen sueldo.
-Habría que analizar en qué consiste un estándar de vida excesivamente elevado para lo que es un sueldo de un secretario. Yo hoy no sé cuánto cobraría si estuviese trabajando. Lo que puedo decirles es que yo no tengo propiedades. Eso, para empezar, destierra la hipótesis. No tengo ninguna propiedad en esta provincia, aunque supuestamente quisieron investigar que podría haber tenido… No la tengo. Estoy viviendo en una casa muy humilde y que invito a quien quiera ir a ver dónde vivo.
¿Lo que usted busca ahora es tener la absolución y volver a ser secretario del Juzgado?
-Yo busco la absolución. Después lo que siga, no sé. Yo quiero limpiar mi nombre, porque me difamaron. No tuve un alto nivel de vida como dicen.
Los vientos políticos
-Quién es el todopoderoso que está atrás y te arma una encerrona de este tipo?
-Los vientos políticos. Esto se hizo durante un Gobierno con un Juez que tenía muchísimo prestigio, que después de que hizo esta macana se fue…
¿(Sergio) Torres?
-Sí, Torres. Se fue del Juzgado, hizo el chanchullo y se fue.
Torres actualmente es ministro del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Buenos Aires. No es que se fue a su casa, se fue a un buen cargo…
-Sí señor. Tienen el mismo sueldo que los de la Corte Suprema. Fenómeno. Es la política.
Se decía que los secretarios hacían cosas que le ocultaban al propio juez.
-En mi caso particular, jamás.
¿Usted no se siente aludido en esa definición?
-Quiero hacer un comentario. Cuando me detuvieron, que me llevaron desde acá en malas condiciones, el que es mi abogado me dijo: «Te trasmito lo que me hizo decir el juez Torres, que si te arrepentís contra Soto Dávila dormís en un chalet de la policía montada y al otro día estás en tu casa». Y yo no iba a mentir para involucrarlo al Juez. Creo que eso contesta tu pregunta.
¿Son los fiscales que tienen que demostrar de lo que lo acusan?
-Y lo único que tuvieron es un narcotraficante herido, porque en mi Secretaría se tramitó la causa que lo puso preso a él y a su mujer. No voy a entrar en los detalles de todos los delitos que le endilgaron porque son un montón, pero esos mismos fiscales omitieron pedir el procesamiento de él, sí pidieron el mío, el de los abogados y de los otros funcionarios. Ese juez no lo procesó, esos fiscales pidieron que se cierre la causa sin el procesamiento del narcotraficante que había declarado.
Stornelli en escena
Mencionaron varias veces a (el fiscal Carlos) Stornelli…
-Stornelli fue el fiscal que intervino en la causa en Buenos Aires. Él fue el fiscal acusador en Buenos Aires. Ahí inicia la causa 3.002, después el Tribunal Oral resuelve que esta causa no tenía ninguna conexidad con lo de la 3.002. Nosotros no pudimos ver nada de la declaración de Marín, sino hasta llegar al Tribunal Oral… O sea, estuvimos cuatro años sin verlo.
La causa 3.002 es una causa en una villa en Buenos Aires. ¿Usted niega todo lo que investigó ahí el doctor Torres?
-Yo lo que niego es haber cometido algún delito. Lo que haya hecho Torres en otro sentido en la causa 3.002, es cosa de Torres, los abogados y la gente que trabajó ahí. Yo de la causa 3.002 no sé nada. Lo único que sé de la causa 3.002 es que Marín declaró en esa causa y nosotros nunca pudimos ver la declaración, sino hasta este momento que estamos acá en juicio. Ha habido una violación clara de los derechos de defensa, porque los fiscales sí tenían acceso a esa declaración y nosotros no. Nosotros sólo teníamos una certificación por parte del entonces secretario Uriona, hoy devenido en fiscal, que inclusive era inexacta.
La abogada Valeria Corbacho dijo que Torres investigó medio a oscuras por encima del tiempo que le permite la ley de secreto de sumario.
-Yo hablé de eso ayer, poniendo de manifiesto el legajo 39, donde me introdujeron mediante una supuesta escucha, en la cual ellos dicen que yo era amigo del narcotraficante Marín, cuando en realidad no la escucharon y cuando en realidad el informe de Gendarmería dice que es a la inversa. Entonces, Torres me introduce en esa causa como que yo era amigo de Marín. Resulta que Marín, en su declaración, dice que nunca me había visto… Entonces ¿por qué me introducen como amigo de Marín, si el propio Marín dice que nunca me vio?
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