El viernes en la noche, la muerte de un funcionario de la Policía de Corrientes causó conmoción en la Fuerza. En un primer momento, se pensó que su fallecimiento se produjo tras protagonizar un vuelco con su automóvil en un cruce entre la Ruta Nacional Nº 118 y una calle de tierra. Pero luego, se supo que el cuerpo de la víctima fue encontrado fuera del vehículo, con una herida de bala en la cabeza. La principal hipótesis es la del suicidio, sin embargo, los investigadores no descartaban nada.
La información oficial indica que, cerca de las 22, los oficiales de la comisaría de distrito de San Miguel, fueron alertados sobre el vuelco en jurisdicción del Paraje Caimán. Fueron hasta allí y se encontraron con un Volkswagen Cross Fox en una zanja, cerca de una alcantarilla. Cuando comenzaron las tareas para verificar si había ocupantes dentro, encontraron el cuerpo sin vida del Sargento 1° Cáceres, de 45 años.
La víctima «evidenciaba a simple vista una lesión compatible con el disparo de un arma de fuego a la altura de la cabeza y cerca de él, un arma de fuego calibre 9 mm, la cual sería su arma reglamentaria», indicaron en el informe. «Se presume en principio que pudo haberse efectuado él mismo el disparo. Pero siempre se agotan todas las instancias para establecer los detalles y se llevan adelante distintas diligencias», agregó el comisario Sergio Aguilar a EL LIBERTADOR.
La investigación está a cargo de la Fiscalía de Santa Rosa con la colaboración de la Policía.
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