Se llama Darío José Laslo, y con milongas deleita a su público de la peatonal Junín al interpretar a Don José Tango.
En diálogo con EL LIBERTADOR, el artista callejero comentó sobre el nacimiento de su proyecto artístico y como derribó los prejuicios sobre el género en Corrientes y Resistencia. También relató sus objetivos como actor y la importancia de la vestimenta y la parte estética. Además, expresó que lugares le gustaría conocer con su personaje.
– ¿Cómo nació el proyecto de Don José Tango?
– Tiene varios motivos el origen de Don José. El primero, y el más banal si se quiere, es del no tener jefe, de querer hacer algo, como un laburo que te permita vivir, tener dinero, comer y te permita viajar y manejar mis horarios.
Antes era animador de fiestas infantiles, y era un poco parecido porque viajaba con mi parlante y materiales de juegos para donde dónde me contrataban. Ahora con Don José viajó con mi parlante y mis canciones a donde me dejen cantar.
Ese es uno de los motivos, otro porque no me aguantaba más las ganas de hacer algo artístico y de dedicarle el 100 por ciento de mi vida, mi energía a un hecho artístico y teatral. Me defino como un actor que canta, y no como un músico. Y decía «bueno, ¿qué puedo hacer? qué además pueda viajar a otra parte del mundo y estratégicamente funcione”.
Entonces pensaba en el tango porque como es conocido mundialmente y, de hecho, se valora y se quiere mucho más afuera, muchas veces, que en nuestro país. Y con el tango uno puede actuar, interpretar, entretener, y hacer un poco de todo. Te permite eso, tiene drama, comedia, ironía, y música ni hablar.
Por eso, este proyecto nació por esos dos motivos, por algo que me dé una libertad laboral y personal, y también buscando una libertad artística, de no estar esperando que venga un productor para contratarme y trabajar en una obra de teatro, y quedar en un casting.
– ¿Y con la libertad que te da el tango?
– Creo que nos pasa a muchas personas, como pasa por ahí con el folclore, el tango tiene como una energía muy fuerte y atractiva, que a mí me parecía últimamente como algo muy lejano y decía “bue que ganas de viajar en el tiempo y ver esas orquestas en vivo, bailarines, y que en el boliche se baile”.
Este proyecto nació en Córdoba en el 2018, recién me había mudado y me dije “de qué forma podía acercarme y busqué un profe de canto”. La encontré a Eli, mi primer profe de canto con Don José específicamente, y empecé a trabajar ese repertorio.
Además, siempre admire el tango por eso, por las películas, por el sonido que tiene, las orquestas, el violín, el piano, las voces, las formas que se dicen las cosas, todo es más exagerado, más dramático. Me gustaba estéticamente lo que proponía.
– ¿Qué te trajo a Corrientes y Chaco?
Acá me trajo la pandemia, estaba viviendo en Córdoba, me quede varado y sin el departamento que estaba alquilando. Me tuve que alojar en la casa de un amigo, y cuando empecé justo salió la pandemia. Me había asustado porque estábamos ahí medio que no sabíamos lo que iba a pasar con el mundo.
Me vine porque soy de Ituzaingó donde está mi papá, y mi vieja está en Resistencia. Y pensé “a Ituzaingó no voy a ir porque encima que es un pueblo estábamos ahí en otoño cuando empezó la pandemia, va a ser la muerte, más vale me voy a Resistencia, que ahí es una ciudad, y que, si en algún momento se empieza abrir las cosas puedo salir por lo menos a cantar a la peatonal”.
Y me vine con todo el prejuicio de conocerse nuestras tierras y gente, y me decía que no me iban a dar ni bola. Estuve unos meses encerrado hasta que me animé a salir en septiembre del año pasado. Dije salgo y ni pelota me dan a dar, y la verdad que desde la primera vez que puse un pie en la peatonal en Resistencia fue un éxito. Salió entrevista por la radio, personas que se acercaban y me agregaban al Instagram.
Pero creo que me ayudó mucho el contexto social donde la pandemia no pasaba nada, no veía nada de entretenimiento, shows, recital, y además que nadie hace tango.
– ¿Te costó más de lo pensado llegar a tu público?
– Y cada público tiene sus características, en Resistencia la gente está un poco más acostumbrada a ver cosas diferentes, es como un público que consume un poco más de variedad.
Y los correntinos somos un poquito más cerrado con los gusto musicales o más específicos, estamos entre la cumbia, el chamamé, el carnaval, y mucho de ahí no nos movemos. En Corrientes me llevo una semana conquistar a la gente, que se anime a acercarse, y sonrían cuando me ven. Ahora ya somos amantes en Corrientes, y con Resistencia ni hablar.
La gente lo tomo super, he tenido chicos de cinco años o menos bailando al ritmo del tango, se ve que tenían ganas de ver algo. Lo super valoran y agradecen.
– La importancia de la vestimenta para la interpretación
– Cuando soñaba con Don José, lo soñaba con los tiradores, con el sombrerito, con una imagen estética. Desde lo técnico, para mí también es estratégico, si vos pasas de lejos, no me escuchas, pero me ves. Por algún lado te entra Don José, por lo estético, visual o por el sonido. A mí lo que me interesa que suceda es que, si andas por la vida cotidiana y me ves, que sientas que estás viendo un personaje viajero del tiempo. Es como ver un video de YouTube en vivo en la peatonal, por eso la vestimenta, la actitud, la música.
– ¿Es tu herramienta de vida?
– Lo que hago en mi caso, no es un hobby ni una cuestión de desconectarme de la vida, sino mi trabajo, mi actividad principal que me da de comer, paga mi alquiler y me mantiene vivo, no solo de lo romántico, de hacer lo que hago, sino desde lo diario.
Para todos los artistas que se dedican a su trabajo al 100 por ciento, es muy importante invitar a la gente que nos rodea a que le dé el valor que se merecen. Que consuman arte independiente, que vayan a ver a tu amigo artista, que difundan lo que hacen. Y si es un artista callejero y tenes cinco pesos en la mochila, que te acerques y aportes a la gorra porque no es el valor económico lo que vale, sino el gesto.
– ¿Qué es lo más lindo que te ha dejado Don José?
– Hace unos meses atrás, con la gente de Cultura de Corrientes organizamos una gira por los centros de salud y asilos. Estuve por el hospital de Campaña, por varios lugares, y terminé con un asilo de abuelitos por la calle Tucumán.
Y no me voy a olvidar nunca, era un lunes que estaba lloviendo, haciendo frio, y entrar al salón que tienen como entretenimiento y verlos a todos sentaditos esperándome porque llegué medio tarde por el colectivo, pero esperándome para que comience el show, todos vestidos, peinados, esperaban a que llegué Don José. Además, termine esa fecha en el hospital geriátrico, y de repente me ven, les brilla los ojos y se sonríen. Sin lugar a duda, fue uno de los momentos más especiales y lindo que viví.
También, me pasa bastante seguido en la peatonal, donde se me acerca gente emocionada, con los ojos brillosos y llorando lentamente, para agradecerme por lo que hago porque le hago acordar a la madre, al padre, marido que ya no está. Siempre me llevo algún recuerdo o anécdota en el corazón.
Después hay gente que no te deja dinero en la gorra, pero te dejan cartelitos. Re lindo, que dice “perdón no tengo nada para darte, pero quiero agradecerte, amo el tango”, y tengo guardada esas notas.
– ¿Qué lugares ya recorriste?
– Don José nació en Córdoba, pero me fui cantando tango hasta Uruguay, estuve en Montevideo, Maldonado, y pasé por Entre Ríos. Y en la pandemia por Chaco y Corrientes.
– ¿Sentís que cumplís como artista?
– Creo que sí, y les pasa a los artistas e intérpretes que hacen con honestidad real, siendo honesto consigo mismo. Siento que le llego a la gente, y como pasa con el folclore en general, que nos conecta con alguna emoción linda, nostálgica y nos hacen recordar.
Y cada día, antes de salir a cantar en la peatonal, trato de convencerme y de acordarme de que tengo una responsabilidad enorme cuando tengo el micrófono en la mano. Y estoy contando esas historias y esas canciones, desde el momento que comienza la primera canción, ya te estas adueñando o queriendo apropiar de las emociones del que te está escuchando. Entonces empieza la canción, y está empezando la película para el público, y ahí uno tiene que ser responsable y dar lo mejor.
Creo que lo que hago, lo hago con la mayor honestidad posible, que a mí me hace feliz hacerlo, eso se contagia y se transmite.
– ¿Anhelos que buscas conseguir?
– Lo que me gustaría que me pase con Don José es que siembre semillitas a cada lugar que va, y generé un recuerdo lindo para poder volver a donde quiera siempre.
Si ando viajando por el mundo, a donde sea que me vaya, que genere eso, cariño para poder volver siempre. Como si fuera un circo que va al pueblo, arma la función y se acuerdan de ese momento hermoso que vivieron en familia.
Ahora me gustaría recorrer más el interior de Corrientes que no conozco, y me gustaría con Don José irme a la placita de cada pueblo y regalar mi historia, mis canciones.
– ¿Qué recomendaciones le das aquellos que quieren ser un artista independiente?
– Siempre le digo a todo el mundo, que sea lo hagan, que se regalen la experiencia de irse a la calle hacer lo que aman. Si sos el conductor de un programa de radio, hacelo en una calle o en una plaza, vas a vivir una experiencia, que es imposible vivirla que no sea saliendo de la calle. Por todo lo que pasa ahí (calle) es re lindo siempre, no pasa nada malo, y más si te paras a hacer algo que amas y con felicidad.
Además, le recomiendo sobre todo si son cantantes y bailarines, que la calle es un ensayo abierto y te da un entrenamiento escénico y una conciencia física, corporal, auditiva y emocional que no te lo da otro lugar.
También, a la gente que comience algo artístico, que se animen, que confíen en ellos mismos, se tengan paciencia. Que la primera vez si es algo escénico, seguramente no le va a salir como ellos se esperaban, pero que se tenga la paciencia y el amor necesario e intentar muchas veces hasta lograr lo que se imaginaron.
Siempre ayuda mucho estudiar, y poder entrenar, para tener un montón de herramientas para poder pararte en el escenario. La mejor escuela para el artista que pone el cuerpo en la escena es el escenario.
El artista no existe sin la mirada del otro, es imposible. De esa misma forma te vas formando y armando el hecho artístico.
– ¿Dónde pueden encontrarse con Don José?
– Trato de ir a la oficina, que es la peatonal de lunes a viernes al atardecer. Voy a partir de las 18 y 19 a Junín, y mi lugar favorito es la última o primera depende de donde lo esté viniendo, entre La Rioja y Salta. Y en las redes de Don José tanto siempre aviso donde voy a estar.