La Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones abrió las puertas de su Templo en la Capital correntina, para recibir a los interesados en conocer las actividades que se llevan adelante en todo el país y en particular en la zona comprendida entre las provincias de Misiones, Formosa, Chaco y Corrientes.
La propuesta surgió como parte de la visita del Gran Maestre de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones, Pablo Lázaro, quien llegó para dar a conocer la colocación de la piedra fundamental del futuro templo que se construirá de la ciudad de Resistencia, Chaco; las actividades que se desarrollarán en Corrientes y las diferentes líneas de acción en materia de filantropía que se llevan a cabo en todo el país.
Es así que explicó: «Es una de las primeras veces que abrimos nuestra casa a la ciudadanía porque estamos convencidos que no tenemos nada que esconder, sino muy por el contrario mucho que contar».
A lo que agregó: «Somos una institución libre pensadora, filosófica, laica, progresista, formadora de ciudadanía, siempre estamos a disposición de preguntas, de contar hacia dónde va la institución».
Al ser consultado sobre el halo de misterio que siempre envolvió a los masones y la apertura de su templo a la ciudadanía, explicó que «la masonería hace muchos años dejó de ser secreta, ahora es discreta».
«Lo era cuando los masones se jugaban la vida, cuando se enfrentaban los poderes monárquicos y eclesiásticos en la Europa medieval. Desde la constitución de las Naciones modernas, la masoneria es discreta. Trata de llegar a acuerdos filantrópicos, pero no hace publicidad», precisó.
A lo que siguió: «Somos una entidad de bien, es una usina de ideas de personas que piensan distinto y que tratan de hacer una sociedad mejor».
En referencia a la actualidad dijo: «Entendemos que el problema no es la grieta sino el fanatismo». En tanto que como una de sus líneas de acción, señaló que están trabajando en un proyecto de ley sobre la eutanasia, puesta en valor de la muerte digna.
Por último, señaló que la logia «está inmersa en la cultura del país» y que hay muchas ciudades que «fueron construidas por masones, no por la masonería». La Plata, en Buenos Aires, es quizás el caso más conocido. También está el caso de Necochea, en cuya acta fundacional reza: «A la gloria del Gran Arquitecto». Éste último, un importante símbolo para ellos, según aclaró el Gran Maestre.
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