Ayer, finalizó el recorrido de la Virgen Peregrina con una jornada dedicada a la visita de barrios y capillas de San Cosme, donde familias armaron sus altares en la calle, en la vereda o en las puertas de sus casas, para esperarla. Debido a las restricciones por la pandemia, este año se suspendió la tradicional Peregrinación de los Tres Pueblos, así que fue la Madre quien acudió localidad por localidad para bendecir los hogares de sus hijos.
En su primer día de estadía en San Cosme, ciudad que le dio hospedaje, se realizó el Almuerzo del Peregrino. El jueves, visitó Santa Ana y San Luis del Palmar, incluido en el mapa de la Ruta de la Fe como el cuarto pueblo peregrino que en cada julio movilizaba a multitudes para el día de la celebración de la Coronación de la Virgen.
El viernes, se realizó un nuevo almuerzo comunitario y un festival virtual en la parroquia de San Cosme. Y el sábado, a pesar de la lluvia matutina, las nubes se despejaron a la tarde cuando hizo su llegada a Paso de la Patria. Fue recibida por una multitud en sus automóviles, a los lados del camino, para su ingreso en caravana a la ciudad. Esta mañana, a las 11, se espera su arribo a la Basílica de Itatí para la misa de Acción de Gracias.
En ocasión de los 121 años de cumplirse la Peregrinación de los Tres Pueblos, que este año se realizó con la visita particular a cada uno, el rector y párroco de la Basílica de Itatí, presbítero Porfirio Ramírez pidió a la comunidad que mantuviera la fe y la esperanza en la Virgen Madre que los acompaña, en medio de esta pandemia. «El peregrino correntino tiene una fe y una esperanza muy grande», manifestó con orgullo.