La Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial ordenó ampliar una indemnización por daño moral a favor de los hermanos de un niño de 11 años, quien falleció luego de ser atropellado por una camioneta, mientras esperaba el colectivo junto a su familia. El hecho ocurrió en julio de 2006, en inmediaciones de la rotonda de la Virgen de Itatí, a la vera de la Ruta Provincial Nº 5.
En el trágico episodio, una Toyota Hilux se desvió del carril, impactó contra la familia y provocó la muerte del menor, además de lesiones de gravedad en la madre y una de sus hermanas.
Así, la demanda fue iniciada por los padres en representación propia y de sus hijos menores. El fallo de primera instancia había otorgado una indemnización por daño emergente y daño moral, aunque excluyó a los hermanos de la víctima del resarcimiento por daño moral.
Ante esa situación, los padres interpusieron un recurso de apelación que fue parcialmente aceptado por la Cámara. Los jueces sostuvieron que la falta de comparecencia personal de los hermanos, quienes al inicio del proceso eran menores de edad, no puede interpretarse como una renuncia a sus derechos, una vez alcanzada la mayoría de edad durante el desarrollo del juicio.
«Ningún cercenamiento a sus derechos fondales e indemnizatorios puede acarrear la circunstancia de que una vez adquirida la mayoría de edad no hayan comparecido por sí mismos al proceso (…) ya que esa consecuencia no está prevista normativamente», expresaron en los fundamentos, de acuerdo al informe del Poder Judicial.
En ese sentido, se consideró que existía un vínculo familiar estrecho con la víctima y que los hermanos estaban legitimados para recibir una indemnización por daño moral.
