La escuela de emprendedoras transforma vidas con las múltiples opciones en formación gratuita y rápida salida laboral que ofrece. Este martes se hizo la entrega de certificados de una nueva camada de graduadas. Este espacio capacita con un gran nivel a quienes desean adquirir nuevos conocimientos en diversos oficios.
Desde su creación en 2021, la Escuela de Mujeres Emprendedoras (EsME) ya capacitó a más de 16 mil mujeres en más de 130 talleres y cursos gratuitos, brindando herramientas reales para acceder al trabajo y transformar sus vidas.
En lo que va de 2025, entre febrero y mayo, ya se dictaron 34 talleres de formación profesional con rápida salida laboral, los cuales permitieron que más de 500 mujeres egresadas de más de 20 barrios de la ciudad den sus primeros pasos hacia la autonomía económica.
En un emotivo acto que reunió a familias enteras, se entregaron los certificados a las mujeres que finalizaron su primer ciclo de formación este año. Cada certificado es mucho más que un papel: es la prueba de que se puede, de que nunca es tarde para aprender a iniciar un camino diferente, de superación y para muchas, de emprendedurismo.
MOTIVACIÓN
“Lo más emocionante es cuando nos dicen que es el primer certificado que reciben en su vida. Para muchas, significa romper con la idea de que ya no pueden aprender, de que la edad es una barrera. Y no lo es. Ver cómo se enciende esa esperanza es lo que nos impulsa a seguir”, señaló Gabriela Gauna, presidenta de la Mesa Capital de la Coalición Cívica ARI, fuerza impulsora de la EsME desde 2021.
Con un equipo de 50 personas coordinando los espacios, la escuela ofrece talleres presenciales y virtuales en oficios como barbería, costura creativa, crochet, cocina express, decoración de tortas y bartender, entre muchos otros. Cada curso tiene una duración de dos meses y está pensado para que las participantes puedan iniciar un emprendimiento o insertarse rápidamente en el mercado laboral.
MÁS ALLÁ
La propuesta incluye además clínicas de intercambio, ferias en plazas y parques para que las egresadas puedan visibilizar y vender sus productos y servicios, y actividades comunitarias que fortalecen los lazos entre emprendedoras.
Además de su sede central en Pasaje Álvarez, EsME también llega a los barrios a través de “EsME en los Barrios”, una modalidad itinerante que permite descentralizar la formación y acercarla aún más a quienes la necesitan.
“Muchas veces, no se trata solo de una necesidad económica, sino de animarse a cruzar un límite interno. EsME es un espacio donde mujeres ayudan a otras a descubrir que sí es posible. Y eso, a nivel social, tiene un impacto incalculable”, concluyó Gauna.
Para conocer más sobre los talleres vigentes o inscribirse en los próximos cursos, se puede visitar la página web oficial: www.cuquicalvano.com