Aprobada la ordenanza de donación de inmueble, para un centro de contención para niños con cáncer y sus familias, resta su edificación.
Se trata del sueño de Griselda Castillo y quienes la acompañan en la fundación Vero Luque, para tener una casa donde los chicos con cáncer y sus familias cuenten con un «espacio propio».
La iniciativa va tomando forma, con la donación de la Municipalidad de Curuzú Cuatiá -vía ordenanza aprobada por unanimidad de los concejales- de un terreno, que ahora ingresa en etapa de construcción en un plazo de tres años, que deberán cumplirse indefectiblemente para no perder este beneficio.
Por tal motivo, ahora, las energías están centradas en reunir fondos que permitan la edificación y amoblamiento, ya que lo que sobrará es «calor de hogar y apoyo para los momentos de flaqueza».
«Dios proveerá. Sabemos del compromiso y la solidaridad de la gente para esta lucha», aseguró Griselda, mamá de Vero, la niña de 14 años que falleció en 2019 tras luchar contra un tipo de cáncer: leucemia mieloide aguda, convirtiéndose luego en el ícono de Ley Oncopediátrica provincial, normativa que espera su correlato en el Congreso nacional argentino, impulsado desde diversas ONG del país.
El objetivo de la ley nacional (en análisis aún), al igual que la provincial, es simple: facilitar el tratamiento médico integral (quitando burocracias que significan valioso tiempo) y mejorar la calidad de vida de los pacientes, así como el entorno directo desde la detección de la enfermedad, pasando cada etapa de la misma.
«Es una lucha conjunta. Corrientes y Mendoza son pioneras en tener una ley provincial. Creemos que eso ayuda y mucho», aseguran.
Mientras la normativa nacional espera, y la provincial entra en vigencia, Griselda convierte su dolor en amor y solidaridad para quienes se enfrentan a esta difícil circunstancia del cáncer infantil.
«No son fáciles nuestros días», afirmó a EL LIBERTADOR, con el nudo de la garganta que la lleva a centrarse en otras historias.
En efecto, lleva contabilizado los casos en el hospital pediátrico provincial, y en cada localidad. «Estimamos que existirían entre 40 y 50 pacientes en tratamiento, que se atienden en el Juan Pablo II. En agosto preparamos regalitos por el Día del Niño y los mandamos. En Curuzú hay 8 pacientes, 5 internados en estos momentos», contó Jorge, el esposo de Griselda.
La ambición respecto a la sede es enorme, pero piensan ir paso a paso. «La idea, en principio, es tener un lugar dónde podamos reunirnos. Más que para el paciente, es para su familia, donde puedan hacer el relevo (en el acompañamiento al pequeño internado), pegarse un baño, descansar, tomar un mate. Tenemos algunos profesionales que están dispuestos a ayudarnos, a brindar servicio médico. Ya contamos con el compromiso de pediatras, psicólogos y otras especialidades», comentaron.
«Nuestro sueño es muy pero muy grande: queremos que sea para todos los que puedan necesitarla. Pero somos realistas. Iremos paso a paso», reflexionaron.
UN SUEÑO
CUMPLIDO
En vida, «Vero» tenía un sueño: conocer a Ricardo Arjona, su artista preferido. Ella cantaba todas sus canciones, acompañando con guitarra. Lo hizo hasta sus últimas horas, con la satisfacción de haberlo conocido y compartido hermosos momentos.
Por este mimo del destino, los papás de Vero luchan para que cada niño cumpla su anhelo. De ahí los regalos ante cada pedido de un paciente oncológico.
Como el caso de María, de Paso de los Libres, que pidió tener osos peluches. Le llegaron tantos, a través de la fundación Vero Luque, que alcanzaron para que otros chicos también lo tengan. María falleció el 27 de julio pasado, luego de mucho batallar.
«Es importante los controles. El cáncer, detectado a tiempo, se cura», remarcó Griselda, advirtiendo a todos, para que nadie más vuelva a pasar por su dolor y el de tantas otras familias.
Con respecto al sueño de Vero, Ricardo Arjona sigue cada paso de la fundación. «Le contamos que obtuvimos la personería jurídica. Él siempre está dispuesto a ayudar, como cuando Vero estuvo internada. Sabemos que ahora está por sacar un nuevo disco y que prepara su gira por EE UU», comentó Jorge para aclarar que no abusan de esta amistad.
Dejó en claro: «Nosotros no queremos invadir, pedir o gestionar nada del tipo económico con el artista, porque sería romper la magia entre Vero y él. Vero fue una ferviente fan. Ese fue el vínculo que respetamos y respetaremos», afirmó para comentar que agradecen la predisposición del artista para ayudar. «Es un ser humano excepcional», dijo Jorge, reservándose detalles de lo vivido.
El cantante guatemalteco, amado por sus seguidores en todo el mundo, inmortalizó a Vero, con su canción: Ella baila sola, incluido en el álbum Blanco.
Todos pueden ayudar
Por estas horas, la fundación Vero Luque lanzó un bono contribución de tan sólo 200 pesos para quienes deseen colaborar a cumplir más sueños, y para comenzar a juntar fondos para la construcción de la sede.
Se trata de una rifa con interesantes premios, cuyo sorteo será el 18 de diciembre por Quiniela nacional nocturna. «Con esto queremos darles a los niños una fiesta de cumpleaños. Lo harán cada uno en sus casas, con sus familias; o en los hospitales donde estén», comenta Griselda.
Cómo colaborar
Para poder acompañar esta movida, la fundación tiene una cuenta en el Banco de Corrientes: CBU 094 000 786 200 758 2800 013.
Otra manera de ayudar es contactándose con la fundación, a través de su cuenta en Facebook, con el mismo nombre: fundación Vero Luque.
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