La bajante del Río Paraná fue nombrada como uno de los eventos climáticos más devastadores del 2021, especialmente en términos de costos económicos. El bajo nivel de agua del segundo río más largo de Sudamérica llegó a la tapa de todos los medios en septiembre, cuando su situación se tornó alarmante.
El New York Times lo colocó en su tapa del 4 de septiembre, con un artículo titulado «una vida que se desvanece». En él, se refirieron a la cuenca hídrica como «un pilar económico» de la región que se seca, ya que llegó a su nivel más bajo desde la década de 1940.
A modo de balance del año que cierra, la asociación Christian Aid publicó un informe titulado «Contando el costo del 2021: un año de colapso climático» en el que recopiló las catástrofes más terribles. Así, ubicó a la sequía del río argentino entre fenómenos como el huracán Ida en Estados Unidos, la ola de frío en Francia, e inundaciones en Australia, China e Inglaterra.
«Los niveles bajos están asociados con la reducción de las precipitaciones. En los cuatro estados que rodean al Paraná se ha reducido el promedio diario de 160 milímetros en la década de 1990 a la mitad de eso, registrada en la actualidad», señala el estudio.
A su vez, la organización destaca el rol fundamental del río en términos comerciales. «El 80%» de los productos agrícolas de Argentina que se exportan pasan por esa vía, constituyéndola como una gran fuente de ingresos para el país. Además, se redujo la posibilidad de pesca en la zona».
El relevamiento de Christian Aid recopila la opinión de expertos consultados por el diario The Guardian, que remarcan la implicancia del cambio climático en la bajante. Así, la desforestación en las zonas aledañas (una de las causas de la crisis climática) cumple un rol clave por la retención de agua y la contribución al drenaje, por lo que «puede estar intensificando» el fenómeno.
«A menos que el mundo actúe rápidamente para reducir las emisiones de carbono, este tipo de desastres son propensos a agravarse», indicaron en el informe. A su vez, destacan el costo económico que significan estos eventos: el 2021 es la sexta vez que las catástrofes naturales globales han sobrepasado la pérdida de 100 billones de dólares.
Fuente: BAE Negocios