El doctor en Geografía, Félix Ignacio Contreras sostuvo sobre este tema que maneja al dedillo -y hablando puntualmente sobre las inundaciones a repetición que se dan en las nuevas barriadas- que «resulta necesario saber que todo desarrollo humano implica la transformación de los paisajes, y a medida que vamos necesitando nuevos espacios para seguir expandiendo la ciudad o las actividades productivas».
«Es tiempo de empezar a pensar en proyectar desarrollo a futuro, haciendo uso sustentable de los recursos», remarcó.
En su relato, brindó un claro ejemplo de la problemática de la venta de los terrenos inundables en tiempo de sequía. «Suponiendo que volvemos a tener inundaciones dentro de uno a dos años; en el primer año, el suelo y los humedales van a absorber gran cantidad del agua, por lo que la repercusión no va a ser tan inmediata. El tema está en que cuando estamos en períodos secos, inician inmediatamente los procesos de ocupación, los manejos inmobiliarios y el crecimiento de barrios».
Explica el investigador que cuando la gente se instala en las zonas de humedales donde en períodos de lluvias los terrenos se inundan, «la capacidad de carga de los humedales que yacen debajo de las edificaciones se reduce notablemente y por ello, las repercusiones de las inundaciones son mucho más directas».
Sobre esta problemática, hizo un paralelo con lo que sucede en el casco histórico de la ciudad de Corrientes para ejemplificar con un ejemplo conocido por todos. «Pensemos que en la Capital correntina antes del trazado escurrían cuatro grandes arroyos y hoy, cuando llueve, tenemos grandes problemas de anegamiento. O saliendo de las cuatro avenidas, donde llueve y el agua se acumula; esto sucede porque allí el paisaje era de esteros y cañadas anteriormente», explica. «Debemos comenzar a prever lo que sucederá en un futuro, si no empezamos a tener conciencia en ocupación y actividades de desarrollo humano», apuntó.
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