Hasta mínimas de 3 grados se registraron en la provincia la semana pasada. El frente de aire frío que ingresó a la región fue sólo un anticipó a la próxima llegada del invierno.
Incluso, ante las bajas temperaturas, distintas personas volvieron al uso de los aparatos de calefacción. Por tal motivo, desde la asociación de Bomberos Voluntarios recomendaron a la ciudadanía sobre su correcto uso y mantenimiento para evitar incendios hogareños.
«Ya comenzamos con un principio de incendio por un caloventor», anticipó el comandante del cuartel de la ciudad, Daniel Bertorello en diálogo con EL LIBERTADOR. Donde explicó que «lo ponen muy cerca de la ropa, se recalientan, empiezan a secarse y se forma el fuego».
A su vez, detalló que las estufas de velas presentan un elevado consumo y que su uso debería ser cuidadoso y controlado. En este sentido, lo ejemplificó con el primer caso de su mal uso: «Fue por calle Moreno donde un joven puso una silla plástica, arriba un caloventor y colgó la ropa, y cuando llego bomberos había desaparecido el caloventor, la ropa, la silla y algunos colchones también».
FORMAS DISTINTAS
Respecto a las estufas a base de leña o carbón, que también son usadas por personas en la provincia, Bertorello aconsejó que «tienen que dejar una ventana abierta porque esas son las que más oxígeno consumen», y que «es para que vaya renovándose de a poquito por el tema del monóxido de carbono, eso le puede salvar la vida», dijo.
ESTADÍSTICAS
Por otra parte, el comandante del cuartel dio a conocer una estadística sobre incendios de viviendas que realizan en cada periodo. «Mantenemos esa línea entre los 25 y 30 casos por mes aproximadamente, sino es un cortocircuito, alguien puso una vela o tenemos problemas ahora con las estufas», concluyó.
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