Como parte de una alianza estratégica entre Argentina y Austria, durante este mes un contingente de referentes de la agricultura familiar del país europeo visitará granjas, emprendimientos y experiencias cooperativas en Corrientes, Chaco, Santa Fe y Buenos Aires.
El martes 8, arribarán al Chaco para compartir un encuentro con productores de toda la provincia y el viernes 11 cruzarán a la Capital correntina. Estas visitas son parte inicial de un proceso que se extenderá hasta 2025 y que busca mejorar las condiciones de vida de la agricultura familiar en ambos países.
La alianza es gestionada por el Instituto de Cultura Popular (Incupo) en Argentina y Welthaus en Austria, con el financiamiento del Ministerio de Ambiente del país europeo, organizaciones que encaran esta cooperación innovadora.
PONER EN VALOR
El presidente de Incupo, Ernesto Stahringer destacó la importancia de que se establezca una alianza que involucre a los productores de agricultura familiar para que construyan un contacto entre ellos y así unir a ambos países.
También se refirió a la curva de disminución de agricultores familiares, que en la Argentina y en Austria son muy similares, con un 25 por ciento y un 30 por ciento menos en las últimas décadas.
«En Argentina veíamos que esa pérdida se debe a una concentración en manos de sistemas de agronegocios, y en Europa pasa algo similar, también con una gran concentración, forzada por los agronegocios alimentarios», señaló.
La complementariedad entre ambos sistemas productivos fue un impulso para esta alianza. «Esta relación también une a los sistemas alimentarios de ambos países, en el sentido de que la Argentina exporta proteína para el consumo animal a Austria, y Austria alimenta sus animales para luego exportar carne, mediante una industria mega tecnificada», según explicó.
Más allá de esto, se busca poner en valor el papel de la agricultura familiar para mitigar las consecuencias del cambio climático, la contaminación por agroquímicos y la pérdida de la calidad y diversidad alimenticia en todos los pueblos. «En Austria tienen 2 grados centígrados más que hace 30 años y acá, un ciclo de inundaciones y sequías», señaló.
Por último, mencionó que la metodología del proyecto tiene un eje muy importante que es «seguir las impresiones y la voz de los productores de aquí y de allá», lo que «propone quitar el debate de los medios académicos y políticos y pone a los referentes de la agricultura familiar como prioridad».
DIÁLOGO
Juan Carlos Figueredo, integrante de Incupo, remarcó la importancia del intercambio con Austria y señaló que «hay una cadena muy amplia de actores en la sociedad que desaparecen, cuando los que se instalan en el territorio son las grandes empresas y empobrecen esas economías locales».
«Mediante la alianza buscamos hacer aplicables y dar relevancia a alternativas posibles: las ferias, el manejo de bosque para la ganadería y la apicultura», comentó.
«Somos agricultores familiares dentro de la casa común, no importa si es Chaco o es Austria, unidos para construir una mirada común sobre problemáticas actuales: la sojización, la deforestación, el desalojo de los campesinos y sus alternativas, como la ganadería ecológica, la producción de hortalizas y frutales, sumando a municipios, analizando los condicionamientos que hacen que la agricultura familiar no se pueda expresar en toda su potencialidad», destacó Figueredo.
Remarcó que estas iniciativas buscan tener injerencias en las normativas, los abordajes políticos, las leyes y dónde se localizan esas oportunidades.
«Los productores que vinculamos mediante este proyecto son referentes de la agricultura familiar, que están en búsqueda de promover cambios y están sensibilizados en cuestiones del modo de producir, el clima, los contextos sociales y las maneras innovadoras que tengan de producir sean sostenibles», señaló.
«La iniciativa de diálogos y alianzas estratégicas nos llevan a construir presentes y futuros esperanzadores», concluyó Figueredo.
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