Gustavo Valdés y su entorno alistaron hace meses una estratégica salida en caso de quedar en una encerrona partidaria. Conforme se fueron sucediendo los chispazos con el ricardismo, cuyo líder maneja el sello de la Unión Cívica Radical, el Gobernador lanzó, no una, sino dos misiones subrepticias por los corrillos de la Justicia Electoral nacional.
03-POLITICA-12¿En qué consistió cada misión? En alistar los papeles para contar con dos espacios propios: Vamos Corrientes y Unión para el Desarrollo. Es la apuesta de Valdés, por si la Convención partidaria no le da el sello de la UCR. De esta manera, será dueño de su nueva alianza.
Pero la movida va más lejos y pareciera mostrar que Valdés no es un improvisado. Se asocia al ex intendente de Mercedes, Víctor Cemborain y al mismísimo Camau Espínola, que ha roto lanzas con el kirchnerismo al pasar a militar en el espacio que capitanean los gobernadores de Córdoba y de Santa Fe, donde cobra sentido el spot lanzado días atrás.
Luego de la imprevista reunión de Valdés con Cemborain, quedó en claro que como contrapartida del apoyo para las provinciales del matrimonio Cemborain, el Gobernador jugaría sus fichas por el triunfo de su nuevo socio. Le garantizó el uso de su boleta, no siendo un hecho menor que en las nacionales con ECO sólo puede ir un candidato, esto es el oficial, el doctor Dindart.
Su boleta implicaría no la boleta corta, sino la posibilidad cierta de que, en la nómina de candidatos nacionales de este tercer espacio, esté el propio Camau, con lo cual -de triunfar- el ex medallista olímpico jugaría en el anti kirchnerismo, en una alianza estratégica entre Valdés y Schiaretti.
Esta situación profundizaría el distanciamiento del Gobierno nacional con el provincial. Valdés acaba de volver a cargar las tintas contra su ex amigo, mientras que Alberto impidió el viaje de la ministra Gómez Alcorta, a la que esperaba el Gobernador de Corrientes.
«Marcha otro partido recién salido del horno para el Gober», reconocieron fuentes judiciales a EL LIBERTADOR, en referencia a Unión para el Desarrollo, puesto que Vamos Corrientes ya se había conocido meses atrás.
Un plan B de fuste con el que el Gobernador demuestra que está para jugar fuerte, como que avanza a paso redoblado hacia Mercedes y muestra a un Camau empeñado en pasar facturas a Cristina, quien le ha cerrado el paso a una posible reelección con un veto explícito a su nominación como reaseguro de la candidatura a Gobernador a la que finalmente desistió.
El veto de Cristina quitó a la vez fuerza a una posible integración de Camau al binomio oficialista. Del propio campamento ucerreísta, el mismísimo Presidente de la UCR local desestimó toda posibilidad.