A puro arte, la ciudad celebrará hoy, el arribo de las golondrinas que migran desde los Estados Unidos, cada temporada. La cita es en la plaza San Martín desde las 15.
Cada año, las golondrinas capistranas emprenden su vuelo migratorio desde California, Estados Unidos hacia el Norte argentino para pasar la temporada de verano. Goya es una de las ciudades elegidas por estas aves año tras año. Recorren cerca de 12 mil kilómetros.
Ello es motivo de celebración en la ciudad que preparó para este jueves 24, un festival artístico y musical en la plaza San Martín, de 15 a 17, junto a la escultura que representa a las aves viajeras.
Este festival contará con la actuación del Coro Infanto Juvenil, la Escuela Municipal de Danzas Nativas y el Grupo Chamamecero.
La invitación se hizo extensiva a los amantes de la pintura, quienes podrán participar en la realización de un mural comunitario con tizas de colores.
La migración
Uno de los acontecimientos anuales que se registra en Goya es la llegada masiva que hacen las golondrinas desde la lejana Misión de San Juan de Capistrano, en California, Estados Unidos, para pasar la temporada de verano y a su regreso en marzo anuncian la llegada de la primavera en el país del hemisferio Norte. Como un reloj, la fecha de llegada a Corrientes es siempre la misma: el 24 de noviembre. Por eso la ciudad se prepara con anticipación, destacó el diario Primera Hora.
Tras un estudio de su vuelo y las rutas que realizan estas aves, se pudo saber que recorren unos 12.000 kilómetros desde Capistrano, en California y completan los 24.000 kilómetros de regreso, casi una vuelta alrededor de la Tierra.
Su viaje se extiende por treinta días, periodo en el que las golondrinas no comen ni beben, puesto que parten al amanecer para no perder tiempo. Vuelan en una altitud de más de 2 kilómetros de la superficie terrestre (6600 pies) para aprovecharse de las corrientes rápidas y favorables (vientos de cola) y, además, porque en esa altitud evitan encontrarse con otros pájaros.
La migración comienza en Goya en febrero, pasa por los valles de los ríos Paraná y Paraguay, hasta alcanzar el lago Mirin (entre el límite de Brasil y Bolivia), siguiendo las corrientes dinámicas que producen las masas grandes del aire del sur que se mueven hacia el Ecuador.
No cruzan los Andes hasta que han alcanzado el Golfo de México, y por el Yucatán buscan el oeste y el Pacífico, para volar a lo largo de la orilla de Baja California y entrar en el valle de la orilla próximo a San Juan de Capistrano, su destino final.