Desde el primer momento de la pandemia se pusieron en la trinchera para enfrentar a uno de los peores enemigos por su invisibilidad, el Covid-19, poniendo en riesgo sus propias vidas, como que otros la perdieron por su servicio imprescindible para la salud de la población toda. Pequeñita queda la palabra «esenciales» ante tamaña misión.
La cumplieron, la cumplen y la seguirán cumpliendo, como lo atestiguan por estos días los profesionales sanitarios y de seguridad en el club Sportivo de la ciudad de Corrientes, donde se aplicó desde esta semana que concluye, y también última del año, la dosis de refuerzo a mayores de 60 años de edad y para personal mismo de salud; actividad que se repitió en el ex comedor de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), y en tantos otros centros de vacunación en todo el territorio provincial, según cada situación.
Bajo los inmensos tinglados, con frío intenso en el invierno o agobiante calor bajo esas chapas en estos días de verano, sentados o de pie, de acuerdo a la función, la atención diligente a los centenares de ciudadanos no se detenía ¡Conmovedor observar esos rostros jóvenes o adultos concentrados en su tarea!
Por eso, como siempre, este es un tan sencillo homenaje, merecido y justo, que se suma a los que se realizan y deben realizarse permanentemente para expresarles reconocimiento y decirles: ¡Gracias!
A través de las imágenes de arriba, que registró EL LIBERTADOR el miércoles en la institución deportiva mencionada de calle 9 de Julio al 700, o en la de abajo, de Monte Caseros, a cada uno de ellos y desde ellos se expanda a todos sus pares y colegas un insistente ¡Gracias!
Eduardo Hernández
Comunicador social.
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