El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, dio ayer sábado 29 su tradicional discurso en el marco del acto inaugural de la 135ª edición de la Exposición Rural de Palermo. A días de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, el mensaje contuvo, por un lado, cuestionamientos a las políticas del Gobierno aplicadas para el sector; y por otro, demandas para la gestión que tomará las riendas de la Argentina desde el próximo 10 de diciembre.
Como se esperaba, se refirió a la sequía y planteó que el evento climático «deja al desnudo, más que nunca, problemas más profundos que ella». «Han quedado al descubierto las pésimas políticas agropecuarias que los gobiernos han instrumentado en la Argentina en los últimos 80 años. Esas malas políticas las pagamos todos. Nuestra producción está estancada, trabada, debilitada y, si las condiciones impositivas y macroeconómicas cambiaran, podríamos producir mucho más. Más allá de la sequía, el campo tiene otros problemas. Uno de ellos es el ataque que sufre la productividad del sector, y sus intereses legítimos, amparados por la Constitución Nacional. El otro: el desarraigo creciente de los productores», lanzó.
Tras ello, Pino remarcó que «el campo es el único sector que genera divisas netas genuinas, para que la Argentina funcione». «Sólo en concepto de derechos de exportación, el campo viene aportando al país 170.000 millones de dólares en los últimos 21 años. ¿Cuál es la respuesta del Estado? El ataque a la productividad del campo. La infraestructura rural se cae; existen no sabemos cuántos tipos de cambio, oportunistas y desestabilizadores; y un impuesto inflacionario de más del 100 por ciento anual que agudiza la pobreza, llevándola al vergonzoso 42 por ciento de la población. La producción no puede menos que sufrir: sólo desde el momento en que se reinstalaron las llamadas retenciones, más de 100.000 productores han tenido que abandonar la actividad», cuestionó.
Seguidamente, comparó el crecimiento de las exportaciones de la Argentina con Uruguay, donde se multiplicaron, y señaló: «Lo único que se multiplicó en Argentina es la pobreza: los beneficiarios de planes sociales pasaron de 100.000 en 1999 a 14 millones en 2022; se multiplicaron 140 veces. Mientras tanto, el dinero de los impuestos se invierte en medidas populistas, y en pagar una enorme fiesta demagógica, que destruye la cultura del trabajo».
Luego, Pino le dedicó unas palabras al próximo gobierno. «Está claro por cuál camino no hay que ir. A los nuevos gobernantes les pedimos, no que dejen de ayudar a los necesitados, sino que lo hagan respetando su dignidad, a través de medidas económicas que creen puestos genuinos de trabajo», comenzó.
Asimismo, dijo respecto de las retenciones: «Son un impuesto pésimo, por abusivo y por discriminatorio. Peor aún en los tiempos de sequía que nos ha tocado vivir, en los que el Estado, como si fuera un acreedor privilegiado, se ha quedado con el poco rédito que ha logrado salvar el productor, o les ha cobrado inclusive a los productores que estaban en situación de quebranto».
SOSTENER LA
DIVISIÓN DE PODERES
El Presidente de la Sociedad Rural Argentina también dedicó un apartado especial a la Justicia, en el resaltó «el accionar de la Corte Suprema de la Nación, qué por estos días, resiste el embate del Gobierno que ignora la división de poderes, un pilar fundamental del buen funcionamiento de la democracia. Esos son los ejemplos que se deben defender». «Al mismo tiempo que actuamos frente a los problemas del momento, estamos trabajando para prever el futuro inminente. Estamos reuniéndonos con los candidatos a la Presidencia, a las gobernaciones provinciales y a otros cargos, que se postulan para las elecciones de fin de este año. Los hemos convocado ya, para interpelarlos en cuanto a la problemática de nuestro sector y del país, y presentarles nuestras propuestas», reveló el titular de la entidad.
Profundizar
la República
El dirigente agrario remarcó que la respuesta es con más república y democracia al «autoritarismo» y el «populismo». «La democracia debe ser reivindicada, rescatada, perfeccionada (…). Nos preocupa, sobre todo, el rescate de los valores. Si hay algo que distingue al hombre de campo, es el hecho de que tiene palabra. Respeta los valores. Por eso, desde aquí, defendemos la honestidad, la libertad, la igualdad de derechos y de oportunidades, la propiedad privada, el progreso basado en el mérito y el respeto a los valores republicanos», sostuvo.
«La política debe dejar de ser un medio de vida y volver a ser un acto de servicio. Hacemos un llamado de atención, especialmente, a las personas que ambicionan ocupar cargos públicos en las próximas elecciones. El campo no va a ser un espectador pasivo. El campo va a ser protagonista de la realidad nacional, de una nueva Argentina», enfatizó Pino y recriminó: «Los últimos gobiernos han marchitado la dignidad de las personas. Han ahogado la meritocracia y las expectativas, las ganas de progresar, la iniciativa privada; han atrofiado el 20 futuro, expulsando a los argentinos a otros horizontes. Pero nosotros sabemos que tenemos un enorme potencial en las manos». En el cierre de su alocución, reflexionó: «¿Cuándo será el día en que un gobierno saliente no deje al siguiente un campo minado de problemas por estallar? ¿Cuándo será el día en que el gobierno que asuma no se cruce de brazos quejándose de la famosa ‘pesada herencia recibida’? A los nuevos elegidos, y a toda la clase política, les vamos a exigir la construcción de un país donde haya un futuro para cada argentino».
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