Entre los años 1775 y 1789, una mujer de estirpe correntina se convirtió en una de las figuras femeninas más destacadas en dos de los virreinatos más importantes de América: el de Nueva Granada y el de Nueva España. Ella fue doña Juana María Elena Pereyra, una notable dama de la que quedan pocos registros históricos y que, sin embargo, está fuertemente vinculada a la provincia. Este es un homenaje a la memoria de la «Virreina Correntina».
El director del Museo Histórico de Corrientes, licenciado Miguel Fernando González Azcoaga contó a EL LIBERTADOR detalles de la vida de esta ilustre dama a la que durante mucho tiempo creyeron nacida en el Taragüí. «Doña Juana María Elena Pereyra y González de Alderete nació en Buenos Aires el 20 de mayo de 1736. Esto se supo hace poco tiempo porque siempre se creyó que había nacido Corrientes, por el hecho de que provenía de familias correntinas muy viejas, como los Cabral de Melo y Alpoín, los Gómez de Aguiar, y los González de Alderete», explicó.
«El 20 de marzo de 1756, ella se casó con don Manuel Antonio Florez Maldonado y Martínez de Angulo, un español que vivió entre 1723 y 1799, conde de la Casa Florez, caballero de la Orden Militar de Calatrava, premiado con la Orden de la Cruz de Carlos III», agregó y mencionó que ya casado con ella, de 1775 a 1787 fue designado como Virrey de Nueva Granada (hoy Colombia) y luego, entre 1787 y 1789, Virrey de Nueva España (hoy México). «De ahí que su esposa, doña Juana pasa a ser virreina y nosotros la recodaríamos como la Virreina Correntina», detalló el historiador.
Sin embargo, más allá de los títulos y la jerarquía reales, esta Virreina se destacó enseguida por su personalidad y su notable ilustración. «Doña Juana fue propulsora y protectora de las artes y de las ciencias. Tuvo fama de ser una mujer muy culta y como tal sobresalió siendo virreina en el siglo XVIII. El 16 de septiembre de 1795 fue incorporada como Dama Noble de la Real Orden de la Reina María Luisa de España», relató Fernández Azcoaga, quien también hizo notar un importante detalle.
«Hay que recordar que era una mujer y se debe tener en cuenta que en esa época, estamos hablando del siglo XVIII, las mujeres no eran muy ilustradas, salvo algunas, por supuesto. Doña Juana era una de ellas. Fue muy leída y protectora de la ciencia y las artes y de todos aquellos que las impulsaban», dijo.
La Virreina Correntina va a morir en Madrid, España, el 4 de octubre de 1805 y, si bien es cierto no se encontró un retrato de ella, sí existe uno simbólico. Es una obra realizada por un artista de Bella Vista, Iván Nicoletti, donde aparece ella rodeada de la tierra y la fauna de sus ancestros.
UN HALLAZGO
INESPERADO
«Hace unos años se encontró en Buenos Aires el acta de bautismo de doña Juana. Esto desmitificó un poco la creencia que se tenía de que como tenía parientes directos correntinos, ella también había nacido en Corrientes. Se suponía que muy joven se fue a Buenos Aires y que ahí la encontró quien sería su marido con el que sería Virreina de Nueva España y Nueva Granada. Se desmitificó, sí, pero no se va a romper con una tradición porque ella tenía sangre correntina», explicó el Director del Museo Histórico.
«Esta señora provenía de familias correntinas muy antiguas. Y, si bien, es cierto que ella nació en Buenos Aires y probablemente nunca estuvo en Corrientes o si estuvo habrá sido de paso. En nuestra historia se la reconoce por esos antecedentes familiares», agregó y también mencionó que es por esta razón que en el Museo de Artesanías Tradicionales hay una placa de 1988 que denomina un salón, como «El Salón de la Virreina». Así como en el Jockey Club donde hay otro espacio llamado de la misma manera, en homenaje a doña Juana.
Nacida donde fuera, su recuerdo es la prueba de que una vez una virreina en América fue descendiente de correntinos.
Un retrato simbólico en su nombre
El director del Museo Histórico de la Provincia, licenciado Miguel Fernando González Azcoaga, contó a EL LIBERTADOR que hace unos años conserva un cuadro que refleja lo que sería el rostro de la Virreina Correntina.
«Lo mandé a hacer en base a una suposición, una idea donde quisimos expresar un recuerdo para ella. Si bien no nació en Corrientes, queremos hacerle una evocación a sus orígenes porque, en definitiva, en el fondo, ella llevaba sangre correntina. Aunque haya nacido en Buenos Aires, sus padres, sus abuelos, sus tatarabuelos fueron correntinos», dijo.
El retrato fue presentado en el Museo en 2018 y es obra del artista Iván Nicoletti. «Rodean a la Virreina, la naturaleza ancestral de su tierra y sangre mestiza antes de haber sido la Virreina Consorte de Nueva Granada y México», explicaron tras la presentación.
La que le dio relevancia a Tenerife
En la tesis de la historiadora María Mercedes Gómez Latorre, titulada «¿Quién reina en el Nuevo Reino de Granada? Las Virreinas en la Corte Neogranadina 1776-1810″ y presentada en la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá, Colombia, en octubre de 2021, se expone una anécdota de un viaje que la Virreina Correntina hizo a Tenerife.
«Con esta visita le otorgó prestigio y reconocimiento al corregimiento de Tenerife, como lo menciona el historiador Álvaro Rojano: La importancia de Tenerife queda en evidencia con la estadía en ella, en 1780, de la virreina Juana María Pereyra».
«El hecho de que la virreina se quedara algunos meses con el cabildo de Tenerife, permite generar alianzas y puntos de conexión con las elites locales del territorio y abre espacio a nuevos integrantes al territorio», completa sobre esa visita.
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