El 19 de septiembre de 1974, una noticia sacudió a la provincia y enlutó a la música: Mario del Tránsito Cocomarola murió en Buenos Aires. Fue inesperado, el «Taita» tenía 56 años y lo habían operado unos días antes de la vesícula, su situación se agravó por una hemorragia digestiva y pese a que lo llevaron de urgencia en un avión sanitario desde Cambá Punta, los médicos no pudieron salvarlo.
Hoy se cumplen 47 años de su partida y en su memoria se celebra el Día Nacional del Chamamé. Una fecha más que especial, porque es la primera celebración tras la declaración de esta melodía como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Este es un repaso por los hechos más destacados de la historia de este emblema correntino que creó un himno para la provincia y popularizó la música litoraleña en los escenarios más destacados del país.
Don Mario nació el 15 de agosto de 1918 en «El Albardón», un paraje del departamento San Cosme. Sus padres fueron el inmigrante italiano Felipe Cocomarola y la sanluiseña Vicenta Aquino.
De la historia de Don Felipe se sabe poco. Una de las hipótesis apunta a que el apellido, del cual no hay mayores registros, le fue puesto al ingresar al país. Lo cierto es que era un acordeonista aficionado y tuvo un rol decisivo en la historia cultural correntina, ya que fue él quien le enseñó a su hijo a tocar «el dos hileras» cuando este tenía ocho años.
El Taita llegó con su familia a la ciudad de Corrientes pocos años después, tras la temprana muerte de su padre. Se radicaron en la Capital y ya a los trece años el joven músico comenzó a hacer sus presentaciones para colaborar con la economía familiar. Fueron los primeros pasos de una carrera que no pararía de crecer.
El otro punto que marcaría a fuego su trayectoria fue el ingreso a la Orquesta Folclórica de la Provincia, en 1935. Según la biografía de la Fundación Memorias del Chamamé, en esa oportunidad, sus compañeros lo alentaron a ejecutar el bandoneón y le enseñaron también la teoría musical.
LA GRAN
CORONACIÓN
Para 1940 viajó a Buenos Aires y allí, como integrante de «Los Hijos de Corrientes», realiza sus primeras grabaciones para el sello «RCA Víctor», con algunas obras de su autoría. Es entonces cuando comienza a afianzar su figura en la «gran ciudad», con actuaciones y grabaciones con otros artistas de la época.
Fundó el «Trío Cocomarola» en 1942 y para el 15 de mayo de ese año debutó discográficamente con el sello «Odeón». Artistas como Osvaldo Sosa Cordero y Miguel Repiso son algunos con los que trabajó en esa época. En 1958, la contratación del sello «Phillips» lo hizo cambiar el nombre del grupo a «Tránsito Cocomarola y su conjunto», con el que seguiría hasta su muerte.
En esa época conoció a quien sería su gran compañero, el acordeonista Roque Librado González que lo acompañó en el grupo hasta el final.
Don Mario llegó tan lejos como le fue posible, recorrió y fue figura en los escenarios más destacados del país. También trabajó con decenas de artistas de renombre; tuvo espacio estelar en las principales emisoras radiales; y llegó a aparecer en el film «Argentinísima», donde tocó Kilómetro 11, canción que se conoce como «el himno del chamamé»
A lo largo de su carrera produjo más de 400 composiciones donde destacan obras tan populares como «Puente Pexoa», «Mírame», «Virgencita de Itatí» y «Retorno», entre muchas otras.
Su repentina partida fue un duro golpe para la cultura. Pero su legado es invaluable. Por todo eso y mucho más, el Congreso Nacional decretó en su nombre que cada 19 de septiembre se lo recuerde con la música que tanto amó. Hoy Corrientes celebra al chamamé, honra al «Taita», y le muestra al mundo su dulce melodía.
Kilómetro 11 y el misterio sobre
una de las canciones más populares
Pese a que se lo conoce como «el himno del chamamé» hasta hoy hay algunas dudas sobre el nombre de la canción «Kilómetro 11» a una de las melodías más populares de la provincia. La versión más difundida tiene que ver con un percance automovilístico que tuvo el músico, sobre la Ruta Nacional Nº 12, cuando iba hacia la localidad de San Cosme.
Al parecer, el vehículo en el que viajaba se quedó en ese tramo de la ruta, que se encuentra entre el acceso a Santa Ana y el conocido control policial. Y fue mientras esperaba solucionarlo, que el «Taita» ideó la composición a la que luego, el poeta y compositor Constante Aguer le puso letra. Según se dijo, tampoco este sabía el porqué del nombre.
Desde entonces, la canción fue interpretada por decenas de artistas y es uno de los chamamés más reconocidos fuera de la provincia.
Múltiples actividades en la provincia
y en distintos puntos del país
Este año, la celebración por el Día del Chamamé será especial y se extenderá a distintos puntos del país. Las actividades comenzaron ayer, con un festival en el anfiteatro Mario del Tránsito Cocomarola.
Hoy, habrá música y baile en las localidades de San Cosme y Riachuelo, y el tradicional acto en la plazoleta Cocomarola (Capital). También, en la ciudad de Buenos Aires, se realizará en el Espacio Virrey Liniers (San Telmo) la actividad «Chamamé que supimos conseguir», que incluirá charlas y música.
Se sumaron a los festejos otras localidades y las provincias de Entre Ríos y Santa Fe. «Este va a ser el primer año del Día del Chamamé después de la declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad», dijo el presidente del Instituto de Cultura, Gabriel Romero.
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