Cristina Greve consiguió quedarse con el máximo galardón que otorga, en su retorno, el Círculo de Periodistas Deportivos de Corrientes.
Ganó el Curuzú de Oro o como lo definió el secretario de deportes de la provincia, Jorge Terrile, «el Olimpia de los correntinos».
En la historia de los premios Curuzú es la segunda vez que una mujer logra este reconocimiento, ser consagrada como la deportista del año. Anteriormente fue la mercedeña, Noemí Prone de la disciplina taekwondo.
Greve con la sencillez que la caracteriza atendió todas las requisitorias de los medios de comunicación que cubrieron la entrega de las distinciones en el salón de eventos de la Sociedad Española, «la verdad que felíz, y muy agradecida con el Círculo de Periodistas Deportivos de Corrientes no sólo por este premio, sino porque siempre estuvieron acompañando mi carrera deportiva aún con los altibajos que pasé en el deporte».
Cristina llegó desde Córdoba para este renacer de la premiación a los deportistas, su presente marca que está radicada en la ciudad de Bell Ville y sigue representando a su querida Corrientes.
Acerca de la obtención del Curuzú de Oro manifestó, «es un reconocimiento que impulsa a seguir trabajando. Si bien, pasaron 14 años de la última fiesta, el reconocimiento es una caricia o mimo al alma de los deportistas», y luego agregar, «felíz por el regreso de esta Fiesta del Deporte en nuestra ciudad, la provincia y felicitar a los periodistas que tomaron la posta para impulsar este retorno».
La ciclista se refirió a su presente, «hoy me toca estar de otro lado, porque soy mamá de dos varones, en años anteriores concurría a la fiesta acompañada de la familia, este evento se disfruta con los seres queridos que son los que siempre están acompañando para alcanzar los objetivos deportivos».
Greve entre los lauros alcanzados en este 2022 sobresalen cuatro medallas de oro en el campeonato Argentino de Esperanza (Santa Fe), donde logró la consagración en las pruebas de Persecución mixta, Madison, Persecución individual y la Omnium. Además, obtuvo la medalla de Plata en Madison junto a su compañera Maribel Aguirre Mangue, en los Juegos Odesur de Asunción del Paraguay.
Años atrás atravesó un momento difícil y llegó a odiar el ciclismo, «tuve problemas personales con el manager de la selección nacional y eso me llevó a odiar a la bicicleta, no quería ver la bici y menos saber de las carreras, fue un bajón anímico muy grande. Después de que fui mamá volví de a poco a esta pasión por el deporte y ese cambio que logré me ayudó para disfrutar de otra forma el ciclismo y el deporte».
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