Desde el sindicato de Camioneros, comandado por los Moyano, decidieron aplicar un bloqueo en el paso fronterizo entre Paso de los Libres y la brasileña Uruguayana. El motivo: la negativa de los choferes del vecino país a hacerse el hisopado de Covid-19.
La zona se volvió un escenario de tensión constante desde hace tiempo, puesto que se trata de una frontera de las más transitadas de la región, con un movimiento constante de distintos tipos de vehículos a pesar de la pandemia.
Según señalaron desde el gremio liderado por Hugo Moyano, la medida es por tiempo indeterminado, asegurando además que los camioneros argentinos son víctimas de «agresiones y hostilidades» de parte de los brasileños.
El secretario de Políticas de Transporte del sindicato, Omar Pérez advirtió que es «muy grave» el riesgo de contagios por la actitud de los camioneros de Brasil y confirmó que por eso «se ha cortado el paso fronterizo y de esta manera las cargas de la economía regional del Mercosur ha quedado paralizada y no se deja ingresar los camiones procedentes del país vecino».
«La medida gremial fue adoptada luego de verificar que la mayoría de los camiones que ingresa al país son de bandera brasileña, por lo que el riesgo de contagio para el ciudadano es constante. La población argentina está en elevado riesgo de infección por el Covid-19 ante ese 70 por ciento de tráfico terrestre brasileño que atraviesa el territorio nacional», añadió.
La protesta se inició en la mañana de este jueves, con un bloqueo del puente que une la Argentina y el Brasil, comprendiendo la zona de la Aduana, donde se tramitan todos los papeles de migraciones de quienes quieren entrar y salir del país.
De acuerdo a la información vertida por Camioneros, el problema comenzó cuando los choferes de camioneros que venían de Uruguayana, se negaron a hacerse el testeo de PCR e incluso algunos presentaron «análisis de dudosa procedencia en un momento en el que la Nación vecina atraviesa un grave foco de infección por la nueva cepa de Manaos».
La actitud de los brasileños, de acuerdo con Pérez, derivó en «maltrato, agresiones y hostilidades hacia los trabajadores argentinos» por parte de esos camioneros, que incluso «no permiten el ingreso de unidades nacionales a su país».