Los últimos episodios de siniestros viales protagonizados por carros de tracción a sangre, volvieron a poner en agenda la controversia sobre su circulación. Desde la Fundación Mediar explicaron que se trata de un «conflicto social complejo», que abarca varias aristas y distintos actores.
«Hace un tiempo se había propuesto armar mesas de diálogo, donde estén todos los actores involucrados, con la idea de llegar a un consenso sin perder de vista todas las cuestiones», manifestó en diálogo con EL LIBERTADOR, Leonardo Otaran, presidente de la Fundación Mediar y asesor del Movimiento Argentino de Protección Animal (Mapac).
De acuerdo con esto, explicó que «si bien la postura de Mapac es la eliminación de la tracción a sangre, el punto también es que no desconoce todas las necesidades que hacen que las personas tengan que ocupar los carros. Entonces ahí hay que buscar soluciones integrales».
Nombró así, que se trata de una situación compleja: «Genera problemas de seguridad vial; de salud; medio ambiente, y de chicos que desde muy temprana edad es la única posibilidad de salir con el carro a trabajar. Todas esas cuestiones si no se abordan integralmente es muy difícil de llegar a una eliminación si tener en cuenta todos los factores «.
RECURRENTE
En referencia a algunas cuestiones que rozan la negligencia, señaló que es común conocer casos en que los carros rayan autos o lastiman, y son situaciones que no se denuncian y por eso no se conocen.
«A veces no toman relevancia porque no es de gravedad y además no hay a quién reclamar, porque no se llega a nada por no tener seguro del carro o porque son conducidos por menores y los padres no se hacen responsables», detalló.
A partir de esto insistió: «Estamos convencidos que sin una mesa de diálogo no se va a poder llegar a una solución. Se necesita ir trabajando todas las cuestiones de forma paulatina. Hay ordenanzas y leyes, y hay que formular, contener y entender la problemática».
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