La senadora, María Eugenia Mancini participó de un cónclave nacional en el que se abordaron cuestiones medioambientales. Enfatizó en que la Provincia debe tomar un rol de liderazgo ante el la inacción de Casa Rosada. Advirtió sobre estructuras estatales adecuadas para manejar una crisis que ya afecta la salud pública y requiere la intervención judicial.
El reciente encuentro del Parlamento Federal del Clima, que congregó a 18 de las 24 provincias de Argentina, sirvió como plataforma para que los gobiernos subnacionales intentaran blindar una agenda ambiental propia frente a lo que la senadora María Eugenia Mancini calificó como el «negacionismo nacional» del Gobierno central.
En diálogo exclusivo, la senadora Mancini explicó que el objetivo central de la reunión fue «reafirmar nuestra intención de continuar perteneciendo al acuerdo de París». Dicho acuerdo se basa en tres pilares: la adaptación y resiliencia frente a los cambios climáticos, la evaluación de la emisión de gases de invernadero cada cinco años, y el financiamiento.
Respecto al financiamiento, la legisladora subrayó la deuda histórica de los países industrializados: «Los países del Norte son los que más trabajaron sobre la base del deterioro de lo que es los recursos de los países del Sur», siendo América Latina la región más afectada en el cuidado de sus funciones ecosistémicas. Por ello, el Acuerdo de París establece que los países del norte deben «financiar planes e inversiones que tienen que ver con el cuidado del ambiente» en las naciones del sur en desarrollo.
CRÍTICA A LA FALTA DE RUMBO
Mancini fue categórica al evaluar el rol del Gobierno nacional en la materia, proyectando que Argentina «va a llegar con una agenda sin rumbo» a foros internacionales como el de Belén. Este escenario de inacción se debe a un «negacionismo nacional con respecto al cambio climático» que mantiene al país sin dirección.
Ante el vacío de políticas claras, las provincias han decidido tomar el protagonismo. «Por eso las provincias nos hemos reunido y hemos marcado la agenda», afirmó la Senadora, defendiendo la necesidad de un «rol federal ambiental» que trabaje en conjunto, pero respetando siempre la problemática y las prioridades de cada territorio. Mancini ejemplificó la disparidad de desafíos al contrastar el problema de los residuos en Corrientes con el «problema del agua en Neuquén», donde el gobierno nacional otorgó una concesión a una «minera, a una empresa extranjera israelí», un hecho que calificó como «gravísimo» y que «hay que leer a fondo».
De la basura, a la economía circular
Frente a esta coyuntura, Mancini destacó el modelo de la provincia de Córdoba, que «ha trabajado muchísimo el cuidado del ambiente». Córdoba cuenta con un ministerio que combina Ambiente y Economía Circular. La importancia de este concepto radica en que trabaja sobre la premisa de que «la basura es materia prima para producir».
Este enfoque no solo «disminuye el perjuicio del residuo», sino que lo «convertís en recursos» y «además está generando mano de obra». La senadora señaló que Córdoba logró atraer «muchas empresas extranjeras» que invierten en la «construcción de ladrillos de plástico para construcción de viviendas», lo que demuestra que estas empresas son «fuentes de trabajo». Córdoba es pionera, habiendo comenzado a hablar del ambiente en 1992, un avance que deja a Corrientes «muy lejos de ellos».
Inspirada en estos modelos, Mancini informó que presentó un proyecto de «Programa de Economía Circular para Corrientes» a principios de este año, el cual se encuentra en la Cámara de Senadores.
Además, buscando dar jerarquía institucional a la causa, la senadora ha presentado «por segunda vez la creación de un Ministerio de Ambiente para Corrientes». Mancini considera que, dados los recursos naturales de la provincia, tener un Ministerio de Ambiente es «mucho más importante que crear un ministerio de eventos y fiestas».
La legisladora concluyó que estos temas no deben recordarse solo cuando ocurre el desastre —como los «incendios, las inundaciones, las lluvias tan copiosas»—, sino que requieren ser «políticas públicas que deben llevarse a largo plazo» con una «muy fuerte apuesta dentro del ámbito de la educación» para trabajar en la raíz del problema.

La «epidemia silenciosa» de los residuos
El desafío ambiental más urgente que atraviesa el país es la «gestión integral de residuos». La Senadora opositora recordó que esto es crítico, ya que «el 35 por ciento del gas metano del mundo es causado por los residuos».
En Corrientes, este problema ha escalado a un punto de crisis sanitaria y legal, advirtió la legisladora de CAP. «Todos los argentinos, los municipios, tienen el grave problema de los basurales», pero en Esquina, la situación se tornó insostenible: «Hace una semana atrás en Esquina se aprobó una emergencia ambiental en el Concejo Deliberante». Este paso se dio porque el problema ha requerido la «intervención de la justicia», debido a que los «basurales a cielo abierto» están «enfermando a la gente que está alrededor».
Otros desafíos que enfrenta el país incluyen mejorar la planificación territorial, proteger los ecosistemas estratégicos y promover cadenas de valor sostenibles. Sin embargo, a nivel municipal, los «basurales al cielo abierto» siguen siendo el «grave problema».


