El abogado del ex secretario penal, Federico Grau, caratuló el proceso judicial como «un castillo de naipes que se hizo para descabezar el Juzgado Federal», entonces conducido por Carlos Soto Dávila.
02-TAPA-POLITICA-21Anibal Ibarra, el abogado defensor de Federico Grau, ex secretario penal del ex juez Federal Soto Dávila, fue entrevistado por el programa La Otra Campana, que se emite por LT7 Radio Corrientes y LT25 Radio Guaraní, de Curuzú Cuatiá.
En ameno diálogo con los periodistas Gustavo Adolfo Ojeda y Darío Ramirez, el ex Jefe de Gobierno porteño se refirió a la comentada situación procesal por la que atraviesa el colaboradorador del ex magistrado.
A continuación, lo más sobresaliente de la charla.
Le pedimos una actualización de cómo se encuentra la causa en la cual la tiene a usted defendiendo al doctor Grau.
-Esta causa es un expediente donde está imputado el ex Juez Soto Dávila, dos secretarios, varios abogados, en donde los fiscales señalan que en el Juzgado se cobraban coima para favorecer resoluciones a narcotraficantes. Eso es lo que dicen los que acusan. Yo siempre dije que esto es absolutamente falso y es una causa armada. Ya estamos en juicio oral, donde hay un tribunal, hay 4 fiscales de forma permanente en esta causa. Está la Procunar, que son fiscales especializados en delito contra el narcotráfico, aunque en esta causa no se discute el narcotráfico, esto es coima, pero están ahí. Tenemos más fiscales nosotros en esta causa, que los que tienen los fiscales que tienen la causa Vialidad, donde se juzga a la doctora Cristina Fernández, ahí hay dos, acá hay 4. A esta altura hubo ya varias audiencias, habrán declarado más o menos 30 testigos, todos propuestos por la Fiscalía. Le voy a hacer una conclusión para no extenderme mucho, de los 30 testigos, ni uno habló de alguna coima. A varios les pregunté si tenían alguna referencia porque alguien le dijo que Grau haya pedido coima y todos me respondieron que no, que no tenían idea. No hay nadie de los 30 ofrecidos por la Fiscalía que haya dicho esto, hablo de Grau. Como no tienen nada, porque es todo falso y se les cae como un castillo de naipes, empiezan a citar a gendarmes que estuvieron en procedimientos en Rosario, Itatí y todo bien, pero cuando les pregunto por Grau, dicen «no nada». Les digo que traigan media prueba, no una, aunque sea media prueba, pero no hay nada. La verdad esto es un escándalo, un papelón. Es una causa que obviamente está armada y lo hicieron para descabezar al Juzgado Federal, persiguieron también a abogados de una manera que va a quedar demostrado como estos fiscales pisotearon el trabajo de profesionales. Cuando uno empieza a analizar, no tienen nada.
¿Existe la posibilidad de que en la investigación que se le hizo al juez Soto Dávila le haya salpicado a su defendido?
No, en absoluto. Cada uno se hace cargo de su defendido, yo no voy a hablar de otros, pero lo voy a resumir en esta frase: tanto Soto Dávila, como Molina y los abogados, han sido en esta causa tan perseguidos como Federico Grau. Usted tiene testigo de identidad reservada en otras causas ¿Alguno menciona a Grau? Ninguno. Entonces usted tiene miles de conversaciones grabadas y desgravadas ¿En alguna de esas miles conversaciones alguien dice que Grau le pidió dinero? Ninguna. Usted tiene arrepentidos en las otras causas ¿Tiene algún arrepentido que haya dicho que Grau le pidió dinero o le entregó dinero? Ninguno. Esta causa se sostiene por un acuerdo ilegal con «Morenita» Marín. Los fiscales le dieron beneficios, por fuera de la ley. Esta causa es un escándalo, no tiene testigos, pruebas, audios, conversaciones, a Grau no lo nombra nadie y lo metieron en esta causa. Han perseguido y descabezado a funcionarios judiciales del fuero Federal de Corrientes. Fiscales que estaban en la ciudad de Buenos Aires y que dijeron vamos a cargarnos un juzgado federal del interior, con la complicidad de dos fiscales, Schaefer y Ferrini.
Mencionó que en la causa pasaron 30 testigos puestos por la Fiscalía, en ese sentido ¿qué fue lo que dijeron respecto a su defendido?
-Se lo resumo en una palabra: nada. Cuando le preguntaban si tenían idea de alguna coima que haya surgido, dice que no ¿Y Grau? No, nada. Vayan algún día y constaten si alguien dice algo distinto de lo que estoy comentando.
¿Le parece entonces que estas declaraciones han sido favorables para su defendido?
-Ni siquiera favorable, estos testigos es como si yo lo llevara a usted y se le pregunta ¿Usted le hizo alguna entrevista a tal? Usted contesta que sí, después le preguntan ¿Usted sabe algo de coimas? Y usted diga, «no de eso no se nada». Como los fiscales no tienen nada, citaron gendarmes que participaron de operativos que nada tienen que ver… No es que favorece, complica, ni nada, lo que muestra es que no tienen ni una sola prueba de que haya habido una coima acá. Esto es escandaloso. Es una pérdida de tiempo, pero si quieren agregar 50 testigos más yo no estoy en desacuerdo, que vengan, pero ni uno sólo va a poder mencionar a Grau, porque además no hay audios, mensajes, Whatsapp, no hay conversaciones telefónicas, nada. Acá cualquier cosa que ellos hayan hecho los vinculan con coimas, dicen acá hay un llamado telefónico, pero cuando se escucha, no hay nada. Es un criterio tan autoritario, salvando las distancias y diferencias, esto es dictadura. Es de poca seriedad, creo que en la inquisición había más pruebas que esto.
En un principio usted nos decía que no tenía ni un lugar a duda de la inocencia de su defendido, claramente esto sigue siendo así
-No tengo sólo fe, sino convicción, certeza, seguridad. A veces hay casos donde los fiscales no encuentran pruebas, pero el caso ocurrió, por ejemplo el robo de un banco. En esto no ocurrió el hecho, entonces no van a aparecer ningún tipo de pruebas, porque no hubo ninguna coima. Entonces, no sólo tengo la convicción, tengo la certeza de la inocencia. Yo les voy a decir cómo negociaban en el Juzgado libertades a cambio de que se arrepintieran. A mí me vinieron a decir que declare contra Soto Dávila, tu defendido hoy va a la noche a un chalecito en una unidad policial y mañana está en su casa, a mí me lo dijeron. Le cambiaban la libertad a cambio de involucrar a Soto Dávila. A mí la verdad es que de primera me parecía aberrante, pero cumplí con decirle a Grau y él se me puso a llorar y me dijo: «Nunca pedí dinero, nunca me dieron dinero y tampoco voy a mentir». Le advertí que iba a pasar varios meses en prisión y me volvió a contestar, no voy a mentir. Así se manejaban, canjeaban libertades por arrepentimientos. Lo que pasa es que Grau tuvo la dignidad de decir: «Si es necesario voy a ir preso, pero no voy a mentir», y se mantuvo en eso. Solamente tienen esta causa con la negociación ilegal que hicieron con Morenita Marín. A Morenita Marín hoy lo estamos manteniendo todos con nuestros impuestos y los fiscales con su firma dijeron que su mujer estaba en los escalones más altos de la asociación ilícita, involucrada en 10 hechos y a los 10 días de negociar con Morenita Marín la esposa pasó a ser Teresa de Calcuta, la liberaron y la absolvieron. Esta negociación hicieron los fiscales. Es escandaloso.
Usted tuvo su antecedente muy importante en el mundo de la política activa, pero pasando un poco por Caba ¿cómo ve usted la geografía política?
-Sí, la causa esta también tiene que ver con la política porque querían quedarse con el Juzgado, con lo cual esto forma parte en un sentido amplio de una causa política. Buenos Aires es el epicentro de muchas situaciones políticas ¿Por qué? Porque efectivamente acá están los grandes medios nacionales, el Gobierno Federal, el Gobierno de la ciudad, el Parlamento, acá está la cabeza del Poder Judicial Federal. Es decir: Buenos Aires pasa a tener una gran centralidad en términos políticos. Entonces ocurren cosas como fue el atentado a la Vicepresidenta que ocurrió también en la ciudad de Buenos Aires, entonces esto impacta en toda la política nacional y estamos en esa situación de fuerte debate político donde uno puede disentir, discutir, tener bronca, criticar ácidamente, todo eso, pero tiene que tener un límite. A mí no me importa quién es la o el que sufrió este tipo de atentado, si es Cristina o Macri o quien fuere, yo tengo que repudiar eso.
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