En estas fechas cercanas a las fiestas, muchas familias se preparan para festejar la noche buena. Sin embargo, el uso de pirotecnia de estruendo sigue siendo una realidad que algunos todavía promueven, perjudicando la salud y el bienestar de otros. En este caso, además de las personas con autismo, adultos mayores y niños, los animales también sufren las consecuencias.
El pasado jueves 15, la Municipalidad recordó a la sociedad la importancia de respetar la consigna de su campaña «Más luces, menos ruidos», la cual a través de la Ordenanza Nº 6.678/18, reglamenta que los artefactos pirotécnicos iguales o mayores a 2 pulgadas no se encuentran autorizados a ser producidos, distribuidos, comercializados y utilizados en el ámbito de la ciudad.
En este contexto, EL LIBERTADOR dialogó con el veterinario Andrés Mendoza, para consultar sobre qué medidas se pueden tomar para cuidar a las mascotas ante los ruidos de estruendo que pueden provocarles mucho miedo y que incluso, hacen que se puedan perder.
«Se conseja lo mismo de siempre, dejarlo tranquilo en una habitación y con música para tranquilizarlos. Algunos canales de televisión para animales que esos días pasan buena música relajante (…) hay que dejarlos con agua y comida y bien resguardados de los ruidos», mencionó el profesional.
Aclaró que el uso de sedantes sólo es aconsejable en los casos que la mascota tenga un temperamento nervioso. «No son peligrosos en las dosis recetadas por el veterinario, pero la mayoría de las veces, no es necesario en todos los animales», comentó Mendoza, que sí recomienda usarlos para viajes de largas distancias u otras circunstancias específicas.
«Lo ideal es dejarlo ahí toda la noche hasta que terminen los estruendos y después pueden salir sin problema y hacer su vida normal (…) con los gatos es lo mismo, no es necesario sedarlos. Ellos se esconden en la casa, que se queden adentro», aclaró.
El panorama para los veterinarios es más alentador respecto a otras navidades, ya que reconocen que «el uso de la pirotecnia disminuyó en los últimos años, por lo que estamos mucho mejor que antes», remarcó Mendoza.
Verano en cuatro patas
En caso que la familia realice algún viaje, el veterinario Mendoza aconseja que la mascota quede en la casa, siempre y cuando quede alguien que lo cuide. «Su hábitat habitual es el mejor lugar de resguardo para el animal, sobre todo si llueve o hace mucho calor», remarcó.
«Si los llevan, lo que conviene es que viajen lo más cómodos posible, mejor si es en auto. Si es en avión o colectivo, se puede utilizar algún tipo de sedante que los ayude a estar más tranquilos. Hay que recordar que un sedante hace efecto durante media hora o dos y hay que darle la dosis recetada media hora antes de salir».
Mendoza explicó que una vez que el animal llega a destino hay que esperar para darle comida. «Agua puede tomar. Hay que respetar el ayuno de 8 o 6 horas, hasta que se recomponga».
En los días de mucho calor, además de abundante agua fresca a disposición, se recomienda darles poca cantidad de comida y desechar lo que sobra para no dejarlo fermentar. «No sacarlo a pasear de 9 a 16 porque se queman las patas», advirtió el especialista.
Destacó que, en caso de insolación, hay que bajar la temperatura del animal con un baño o mojarlo con agua. «Sólo en los casos más graves se llega a colocar un suero. Lo importante es esperar a que la frecuencia de su respiración disminuya y mantenerlo en un lugar fresco, en lo posible sin aire fuerte, con buena ventilación», señaló.
¿AIRE SÍ? ¿AIRE NO?
Mendoza también habló sobre el uso del aire acondicionado. «Al igual que los humanos, no deben exponerse al aire tan frio porque los congestiona o se pueden resfriar» añadió, por lo que recomienda dejar algún recipiente con agua para humedecer el ambiente.
«Es igual que con las personas, el aire a muy baja temperatura les hace mal, sobre todo a los perros ñatos». Explicó que estas razas tienen problemas en enfriar o calentar su respiración (las temperaturas extremas les afectan más) y son más propensos a los golpes de calor.
Lo recomendable es atender las congestiones nasales que se evitan aplicando las vacunas. De todas formas, señaló que «muchos virus respiratorios se trasmiten entre los perros» todo el año.
PERRO AL AGUA
«Cuidado con los que no saben nadar. Hay que prestar atención a los perros con patas cortas y muy pesados». El veterinario aseguró que «no todos los perros saben nadar, en esos casos, pueden usar chalecos o se los pueden llevar con arnés y correa para no dejarlos sueltos en las playas o espacios públicos», aconsejó el especialista.
Guarderías: una nueva opción
En la capital correntina ya se implementa esta nueva modalidad de cuidado del animal cuyos dueños deben viajar, o que no pueden tenerlo por un tiempo en la casa. EL LIBERTADOR habló con Tamara Kozur, veterinaria y propietaria del hostel canino «Kennel», quien comentó de que se trata esta estadía para los animales domésticos.
«Funciona dentro de la veterinaria, los perros andan sueltos, no están en caniles, sólo los separamos para comer. Uno de los requisitos es que sean sociales, y que estén desparasitados», mencionó Kozur.
«No hay tiempo límite para su estadía, hemos tenido perros que se quedaron hasta dos meses por refacciones en la casa. El tiempo promedio suele ser de quince días o dos semanas», añadió.
«No recibimos perros agresivos, y siempre hay período de adaptación. Si no pueden hacerlo, tratamos de que se vayan integrando de a poco». La veterinaria explicó que el estrés que tienen al principio es «porque no están con su familia, entonces por ahí les cuesta comer o tomar agua con normalidad, pero se adaptan pronto y con cuidados se van integrando sin problemas y empiezan a jugar».
Cabe mencionar que existen varios emprendedores en Corrientes, amantes de los animales, que cuentan con amplios y adecuados espacios de hospedaje para mascotas, algunos en la ciudad y otros fuera de la capital, como en Paraje Perichón.
A DOMICILIO
Se trata del «Pet Sitting», una nueva alternativa para el cuidado de las mascotas de las personas que viajan y no tienen con quien dejarlos en la casa. El emprendimiento consiste en una cuidadora de mascotas que los atiende por día y a domicilio, quien cuenta con experiencia en el cuidado de los animales. En este rubro, el emprendimiento «Ohana» es el más conocido en la Capital correntina, que ya cuenta con muchos clientes que se van sumando a esta nueva tendencia de guardería.
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