Mandiyú se sigue desangrando. Nadie logra consensuar para cambiarle está situación que atraviesa el club más popular de Corrientes.
Las declaraciones de Marcos Amarilla este fin de semana de las que se hizo eco EL LIBERTADOR, dejó en claro que desde el oficialismo intentan por todos lados, como se dice, amontonar la basura debajo de la alfombra. Que no salga a la luz y seguir acumulando elementos que rozan lo irregular.
La determinación de la Inspección de Personas Jurídicas de volver a dejar sin efecto el llamado a asamblea ordinaria en donde, entre otros puntos, se renovaría a la comisión directiva que actualmente preside Gonzalo Saravia, termina siendo un aval para los que presentaron ante ese organismo la impugnación del llamado asambleario.
Este medio trató infructuosamente en la tarde de ayer comunicarse con los principales dirigentes del oficialismo sin tener una respuesta satisfactoria. Escuchar todas las campanas es una especie de sacerdocio para tratar y encarar determinada situación informativa.
En la semana, podría definirse la situación, se espera y se necesita ante el marco de incertidumbre. La Dirección de Inspección de Personas Jurídicas ¿extenderá un nuevo plazo para un transparente llamado a asamblea o decidirá nombrar a un interventor normalizador?
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