El domingo 2 falleció en el barrio Tobal de la ciudad de Merlo (Buenos Aires) el «maestro del guante»: Juan Mario «Cachito» Díaz.
«Cachito» correntino de nacimiento, se fue a los 83 años.
Su historia, más allá de los asaltos soberbios en el cuadrilátero, dejó una huella artística: su vida inspiró un chamamé del reconocido artista León Gieco.
Díaz, había comenzado peleando en la calle, en combates informales, y luego ingresó al mundo del boxeo profesional gracias al empuje de un amigo que lo introdujo en la disciplina.
Su debut tuvo lugar en Santa Fe, con un organizador que prometió traslado, hotel y pelea. Sin embargo, tras el combate el hombre desapareció sin abonar lo prometido, obligando a «Cachito» a encarar otras peleas menores para poder regresar a su casa.
Con el paso de los años se alejó del cuadrilátero y se estableció junto a su familia en Merlo, en el barrio Tobal, donde vivió hasta su muerte.
Más allá del boxeo: una canción que lo convirtió en leyenda, la vida de «Cachito» fue retratada en la canción titulada Cachito, campeón de Corrientes de León Gieco, canción chamamecera que narra la historia de un púgil de pueblo, explotado por un manager inescrupuloso, que piensa en su madre y en su tierra mientras aguanta el castigo sobre el ring.
Este homenaje musical lo elevó más allá de su carrera deportiva y lo convirtió en símbolo de lucha y resiliencia del interior argentino.
SU LEGADO Y LA TRISTEZA
DE CORRIENTES
La noticia de su fallecimiento sacudió a la comunidad correntina: un boxeador humilde que supo convertirse en mito local y alcanzó reconocimiento nacional gracias al arte. Su partida marca el fin de una era para quienes lo conocieron en los gimnasios y para quienes lo redescubrieron a través de la música.
Queda el recuerdo de un hombre que, pese a los golpes del ring y de la vida, mantuvo vivo el orgullo de ser «campeón de Corrientes». Que descanse en paz Cachito.

