Con 17 años, Daniela Victoria Barrios quedó seleccionada entre los 50 finalistas del Global Student Prize, para el premio al mejor estudiante del mundo. La alumna del Instituto Adventista fue elegida entre más de 11.000 postulantes de 148 países, destacándose por su compromiso académico, liderazgo social y vocación transformadora.
Entre sus méritos, la joven correntina ganó la medalla de bronce en la Olimpíada Nacional de Matemáticas, representando a su escuela. En la misma, fundó un Club de Ajedrez y gestionó pasantías universitarias de investigación para sus compañeros. Ahora incluso, trabaja para lanzar el primer Modelo de Naciones Unidas.
Fuera del ámbito escolar, Daniela es voluntaria en Interact donde impulsa iniciativas solidarias, y participa también en una fundación de rescate animal. A su vez, diseñó «Ciby», un anteojo que transcriben conversaciones en tiempo real para personas sordas, proyecto que ya fue reconocido en la Universidad Esade en Barcelona (España). Por otra parte, en los Estados Unidos, participó de la Academia de Innovación Cívica de Georgetown gracias a una beca que consiguió a través de la ONG Civics Unplugged, que se dedica a promover el liderazgo juvenil a nivel global.
En declaraciones a EL LIBERTADOR, la joven contó cómo surgió la postulación, el acompañamiento de su familia en cada proyecto que se propone, su idea de anteojos inteligentes y sus aspiraciones a seguir el día de mañana.
Así se desarrolló el diálogo:
¿Cómo surgió la postulación?
-Y la verdad que hace muchos años encontré este premio, pero no me había postulado antes, este año recién decidí hacerlo. Incluso también con apoyo de la ministra de Educación, Práxedes López y de la senadora Sonia Quintana, porque ellas también sabían de este premio y me recomendaron postularme después de saber toda mi trayectoria. Y hace unos días me llamaron las chicas del equipo de la Fundación Varkey, me dijeron que tenían que ver un detalle de mi postulación. Y emocionada, le dije que sí, ahora mismo podía. Me llaman y me dicen que el detalle de la postulación que tenían que revisar era que fui seleccionada por ser parte del top 50 de los mejores estudiantes del mundo.
Tu familia es el pilar en cada proyecto.
-Sí, mis papás siempre están atrás. Hay muchas veces en las que tengo tantos proyectos que tal vez mis papás ni siquiera saben o no entienden muy bien lo que hago, cuál es mi rol en cada una de esas actividades e iniciativas, pero por supuesto, ven que es algo que me apasiona, que es mi sueño, entonces me dicen: «Listo, es tu sueño, nosotros siempre vamos a estar atrás, acompañándote y ayudándote como podamos».
¿Cómo surgió el proyecto de anteojos inteligentes?
-El año pasado me postulé a una beca, para la universidad que se encuentra en Barcelona y me pedían que creara una solución que contenga de alguna forma IA. Entonces, agarré una necesidad que había detectado antes en la comunidad sorda, que es con respecto a los problemas que tienen para entender a los oyentes, porque ciertas soluciones que tienen, no siempre son efectivas, por ejemplo, la lectura de labios, casi siempre nosotros hablamos muy rápido, muy cerrado, entonces se les dificulta entender la mayoría de las palabras que decimos. Con respecto a los audífonos, cuando hay mucho ruido de ambiente o muchas personas están hablando, también se distorsiona el sonido, por lo que suele ser bastante complicado de entender. A partir de eso, decidí focalizarme en esa necesidad, y después buscando tecnología que me interese, encontré estos anteojos que ya están hechos, que se están vendiendo, que tienen otro fin al que yo le di a los míos, que lo que hacen es entender todas las preguntas que dice el usuario del anteojo y las contesta con la IA en el mismo vidrio del anteojo. Entonces, el fin ahora era que procese todas las conversaciones que se están diciendo en el entorno, pero que las subtitule, que no responda a nada. Una o dos horas después de presentarla, la Directora de la universidad de Esade me llama para decirme que me ha impresionado con mi solución, y les pareció muy interesante por lo que me quería dar otro tipo de premio, que es una beca para su Summer School Global Governance.
¿Qué destacás de tus metas y proyectos?
-Muchas veces, muchas personas se preguntan por qué soy así hoy en día, y la verdad que creo que es un conjunto de cosas, pero si tengo que destacar algo, posiblemente sea el deporte, porque hice tenis por muchos años, esa disciplina me enseñó la responsabilidad, la independencia, el ser constante con todas mis actividades, la disciplina en general, así que, si tuviera que responder eso, diría que es por el deporte.
¿A qué aspiras, el día de mañana?
-Y por ahora, la verdad, me fascina la idea de estudiar Finanzas o Economía. Incluso un sueño que tengo es poder estudiar un postgrado en el exterior, ya sea en la universidad de Miami o en la Esade de Barcelona.
¿Qué les recomendás a los chicos de tu misma edad?
-Les recomendaría que no esperen a que las oportunidades nos encuentren, que salgan, que vayan a buscarlas, a descubrirlas, que se atrevan a ir por más, a equivocarse y también a volver a intentar. Porque pienso que quien se mueve, crece y quien se conforma tal vez, se queda.
