Los obispos de la Región Pastoral NEA celebraron los 10 años de pontificado de Francisco en la Catedral San José, de la diócesis de Posadas, Misiones, en ocasión de la reunión regional, donde pidieron a Dios se concrete una visita del Papa argentino a su país, que ama entrañablemente.
Presidió la misa el obispo anfitrión, monseñor Juan Rubén Martínez, y la concelebraron sus pares de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín y el emérito goyano, Ricardo Oscar Faifer, con la participación de los demás obispos del NEA y sacerdotes locales.
Estuvieron los arzobispos Andrés Stanovnik, de la Arquidiócesis de Corrientes y Ramón Alfredo Dus, de Resistencia, y los obispos Damián Santiago Bitar, de Oberá; Nicolás Baisi, de Puerto Iguazú; Ángel José Macín, de Reconquista; Gustavo Alejandro Montini, de Santo Tomé; Hugo Nicolás Bárbaro, de San Roque, de Presidencia Roque Sáenz Peña; José Vicente Conejero Gallego, de Formosa; José Adolfo Larregain, auxiliar de la Arquidióceis de Corrientes, y Ricardo Oscar Faifer, emérito de Goya.
Los pastores, reunidos en su primer encuentro anual, expresaron su gratitud a Dios por el 10° aniversario de Francisco como Sucesor de Pedro con una celebración eucarística, a la que asistió el gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, otros funcionarios gubernamentales, seminaristas, religiosos y fieles laicos.
En la homilía, que la pronunció monseñor Stanovnik, manifestó que los obispos «nos alegramos con todos ustedes, porque hace diez años asumía el servicio del Pontificado, como obispo de Roma, el arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Mario Bergoglio. Desde aquí le decimos que lo queremos, lo apreciamos y que seríamos muy felices si nos visitara, y que Dios quiera que eso pudiera suceder pronto».
«Nos sentimos muy honrados de tener a un argentino entre los máximos referentes mundiales en lo que atañe a valores humanos básicos y universales, como son: la paz, la fraternidad con todos, y el cuidado de la tierra que habitamos; tres pilares fundamentales para que la convivencia humana en este pequeño planeta tenga futuro», resaltó. «Pongamos al Papa Francisco en las tiernas manos de María de Itatí y recemos por él, como nos lo pide insistentemente. Que el Espíritu Santo lo ilumine, lo sostenga, y lo consuele en su trascendental servicio a la Iglesia», concluyó.
Antes de finalizar la misa, rezaron a la «Tiernísima Madre de Itatí» por el Pontífice.
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