Los resultados de las Primarias aún están siendo procesados, con nuevos elementos que salen a la luz como es natural cuando suceden cosas tan fuertes como lo fue el terremoto que significó que Javier Milei sea no sólo el candidato individualmente mejor posicionado sino además el espacio más votado, algo que no parecía previsible.
En la Ciudad Autónoma se libró una batalla, a todo o nada, más que entre Jorge Macri y Martín Lousteau, entre el PRO y la UCR.
Un triunfo del radicalismo hubiera sido el fin de la primacía de un liderazgo que ya cumple 20 años, en el que la UCR terminó siendo «furgón de cola» de una alianza, que no pasó de lo electoral, sin que se refleje en la conformación del gobierno. Un triunfo además hubiera mandado «a cuarteles de invierno» al fundador del PRO Mauricio Macri, e hubiera importado una reformulación de la coalición opositora.
Quizás, más importante que el River-Boca entre Larreta y Bullrich, sin dejar de destacar la enorme importancia del triunfo de Patricia, era comprobar si Lousteau tenía resto para desbancar a los «canarios», una victoria que hubiera tenido profundas implicancias en la relación de poder dentro del radicalismo.
Finalmente, por sólo un uno por ciento, bastante menos que el anticipado por todas las encuestas, Jorge Macri retuvo para el PRO lo que es su principal bastión político cuya suerte develaba al líder de esa fuerza el ex Presidente Macri que ayer pareció resurgir entre las cenizas festejando el triunfo de su primo como el de Patricia y el del propio Milei, con quien tiene «relaciones carnales».
En este contexto las miradas quedaron puestas en cómo salieron los gobernadores radicales en ejercicio o los que venían de resonantes triunfos.
En este análisis quedó de manifiesto un dato de primerísima importancia, en términos de legitimación política, para conducir a un partido que quedó herido con los resultados de las Primarias.
Gustavo Valdés, que se mantuvo prescindente hasta lo último, terminó siendo la única gobernación del radicalismo que, en el mapa nacional, salió indemne. Jujuy perdió a pesar de tener al pre-candidato a la Vicepresidencia, titular actual del Comité nacional, el gobernador Gerardo Morales. Mendoza perdió frente a un Milei que se alzó con 17 de las 24 provincias.
Las excepciones fueron, aparte de Corrientes, dos del PRO, el caso de Caba y el de Entre Ríos donde Rogelio Frigerio hizo una notable elección perfilándose como el futuro gobernador. El peronismo salvó la ropa en cinco provincias (Chaco, Formosa, Catamarca, Santiago del Estero y Buenos Aires).
Con esta performance Valdés terminaría siendo el mejor posicionado para alzarse con la conducción nacional de un partido que tiene por delante pendiente una renovación a la cual los resultados parecen apurar.
A la asunción del
nuevo Presidente paraguayo
El gobernador Valdés participará hoy del acto de asunción de Santiago Peña como presidente de Paraguay que se impuso en las elecciones generales del pasado 30 de abril con el 42,74 por ciento de los votos.
El mandatario provincial hoy participará de la ceremonia que contará con la presencia del presidente de la Nación, Alberto Fernández y de otros cuatro jefes de estados, además de delegaciones de unos 100 países y el rey de España, entre otros.
Valdés asistirá al acto, luego de la denuncia ante el Gobierno nacional de la incursión indebida de una embarcación de la Prefectura paraguaya en aguas argentinas, que incluyó el abordaje de un bote pesquero de bandera nacional en el paraje Punta Ñaró, cercano a la localidad correntina de Ituzaingó.
Además su asistencia a Paraguay se da luego de las elecciones Primarias del domingo, jornada electoral que concluyó en Parque Norte con el fin de asistir al búnker de Juntos por el Cambio, pero que por un malentendido no pudo ingresar al centro de campaña donde se reunieron el larretismo y el bullrichismo.
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