Diego Aguirre tiene 36 años, es de Beriso, provincia de Buenos Aires, y hace unos años enfrenta una enfermedad neurodegenerativa: Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), pero ello no lo desanimó. Por el contrario, optó por enfrentar el diagnóstico practicando el deporte que lo apasiona: el ciclismo. Es así que montó su bicicleta y salió recorrer los caminos de la Argentina. Hace unos días pasó por Gobernador Virasoro, rumbo a Misiones y prevé concluir su travesía en Itatí.
En su paso por Virasoro, contó que con casi nada de equipaje y mucha garra, salió el 8 de mayo pasado desde Berisso, con destino el Litoral argentino (el año pasado recorrió parte de la Patagonia). Llegó a esta ciudad con un mensaje de vida, concientizar sobre la ELA, enfermedad que afecta las células nerviosas que controlan los movimientos voluntarios de los músculos, como para caminar y hablar. En su caso, le afecta los tobillos, pero nada le impide pedalear para seguir sumando kilómetros, «cada subida de la ruta es una prueba, porque según cuanto pueda subir con la bici, me da también un parámetro de cuanto avanzó la enfermedad», explicó Diego que lleva miles de kilómetros acumulados en sus piernas.
Relató que cuando recibió el diagnóstico se tomó el tiempo de asimilarlo, siguió al pie los medicamentos pero tenía muy claro que no quería quedarse como estaba. Se subió a la bicicleta y comenzó a andar para demostrar que se puede, que la vida se disfruta y hay que perder el miedo a esta enfermedad. En sus casi ocho años y medio con la enfermedad, considera que llegó muy lejos.
En su canal de YouTube llamado Pedaleando contra la ELA, va mostrando sus días en la ruta y en los lugares nuevos que conoce: «Lo lindo de viajar es poder contar la historia de cada uno. No te llevás sólo monumentos o lugares, sino que te llevás amigos», dijo Diego.
En la ciudad de Virasoro lo recibió la viceintendenta Bienvenida Díaz y compartió un desayuno previo a su partida rumbo a Misiones. Pero su objetivo es llegar a Itatí, pueblo donde nació su papá y a quien le prometió que en el Pueblo de la Virgen finalizaría su travesía.
Su mensaje es de incansable esperanza, «hay mucha gente que padece esta enfermedad, me apoya y viaja conmigo, ya llevo casi 1.500 km recorridos y voy a seguir hasta que el cuerpo me lo permita», aseguró.
«Cuando llega el diagnóstico es muy duro, yo entendí que si me bajoneaba la enfermedad tenía más chances de ganar y era muy fácil perder la batalla, los tratamientos son caros y no curan. Yo quise salir de la burbuja, hacer algo diferente. Seguramente me voy a caer mil veces, pero me voy a seguir levantando otras mil. Sigo viajando y seguiré hasta donde el cuerpo me lo permita», afirmó.
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