Las cinco estaciones de servicios que hay en Santo Tomé decidieron este viernes suspender la venta de combustibles a ciudadanos extranjeros, por la situación de desabastecimiento que se registra prácticamente en todo el país.
La decisión se adoptó de manera conjunta entre los propietarios de las expendedoras, luego de analizar el contexto crítico, problema que se agrava en esta ciudad teniendo en cuenta que del otro lado del río Uruguay está la ciudad brasileña de Sao Borja, cuyos ciudadanos son clientes seguros que a diario cruzan el puente internacional para poder «abastecer», como suelen decir ellos, publicó el prestigioso medio informativo Digital Santo Tomé.
Fuentes ligadas al sector admitieron que recién el martes de la semana entrante podrían llegar más camiones desde las plantas distribuidoras, pero las medidas restrictivas seguirían aplicándose.
SUSPENSIÓN
Y POLÉMICA
Sin embargo, este viernes, en horas del mediodía, dos estaciones de servicio tenían todavía combustibles, pero lo hacían de manera racionada, establecieron cupos y se tomó la decisión de suspender la venta a vehículos extranjeros, dando prioridad a los argentinos al momento de vender.
Uno de los síntomas del desabastecimiento es que, por ejemplo, la estación de servicio Shell que está en pleno centro, hacía unos 10 días que no tenía combustible; la estación YPF durante dos días llegó a tener las mangueras cruzadas y recién este viernes ambas expendedoras empezaron nuevamente a vender. La estación céntrica de marca Puma es la que de alguna manera exhibía cierta regularidad, pero lo hacía con la modalidad de cupos. En tanto que la misma situación se planteaba en las dos expendedoras marca Axion Energy que están sobre la Ruta Nacional 14. Hasta en horas del atardecer vendía sólo 5.000 pesos por automóvil.
QUIÉNES PUEDEN
A todo esto, se pudo establecer que quienes están exceptuados de la medida, son aquellos ciudadanos brasileños residentes que cursan sus estudios universitarios en la Facultad Barceló y que viven en Santo Tomé.
Otros de los pormenores de la situación planteada es que «hecha la ley, hecha la trampa», como comúnmente se dice y es así que se pudo detectar que argentinos a pedido de los brasileños empezaron a comprar nafta en bidones de plástico de cinco litros, con todo el peligro que conlleva. Los propietarios de las estaciones de servicios también analizaban suspender la venta en esa modalidad.
Otra de las «estrategias» a las que se recurrió es que ciudadanos argentinos manejando vehículos brasileños llegaron hasta los surtidores y lograron cargar, hasta que se detectó ese tipo de maniobras.
CONSECUENCIAS
En este contexto, hubo quienes especularon con que al no haber combustible, muchos brasileños podrían no venir a Santo Tomé y eso traería aparejado un perjuicio económico a los comercios, tales como supermercados, carnicerías, locales gastronómicos y otros rubros. En cambio, hubo quienes disintieron con esa posibilidad y señalaron que haya o no combustibles, en gran parte el atractivo principal sigue siendo el casino que hay en esta ciudad.
En síntesis, hay posturas de todo tipo. Habría que ver lo que puede llegar a pasar cuando los argentinos viajen a Brasil y tengan que cargar combustibles. Una situación con «pronóstico reservado» a decir de muchos conocedores del comercio fronterizo.
Clima de mucha tensión
SANTO TOMÉ. La decisión adoptada hizo que los brasileños pusieran “el grito en el cielo” y manifestaron a viva voz su disconformidad por la medida de priorizar la venta únicamente a ciudadanos argentinos. En la estación de servicio Puma se vivieron momentos de extrema tensión y hasta casi hubo actos de violencia física contra el encargado de la expendedora de parte de automovilistas brasileños, quienes le propinaron todo tipo de improperios y amenazas. Para calmar los ánimos y evitar que la situación no pase a mayores, se tuvo que recurrir al accionar policial.
Sumamente exaltados, varios ciudadanos brasileños expresaron que “esto no es el Mercosur” del que muchos hablan y que incluso estaban dispuestos a hacer las denuncias correspondientes ante los organismos que corresponda. No obstante, vale aclarar que este tipo de situaciones de intolerancia comenzó a producirse muy de seguido, especialmente a partir de la racionalización en la venta o bien cuando se comunicaba que a “extranjeros no se les vendía”.
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