La Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica se creó en 1957, aunque se puso en marcha en 1965. Desde ese entonces las personas que deseaban aprender sobre cine debían establecerse en Buenos Aires, pero desde 2015 la institución se estableció en distintos ámbitos del país. Una de sus sedes se dispuso en Formosa, dentro de la región Nordeste del país, permitiendo que jóvenes accedan a formación gratuita y de calidad cerca de sus hogares.
ESTUDIAR CINE
Este es el caso de Luján, nacida en Virasoro, esta correntina estudió con anterioridad la Licenciatura en Artes Combinadas en la Universidad Nacional del Nordeste. Espacio donde descubrió un interés genuino por el registro audiovisual. «Ahí se presentó ante mí una onda súper diversa. Había un taller que se llamaba Seminario y todo lo que teníamos que hacer era traducido a lo audiovisual y ahí encontré una manera de expresarme o de búsqueda de la expresión súper lúdica y para mí infinitas. Al principio eso era un mundo nuevo, infinito de posibilidades con sonido y con imágenes. Ahí empecé a filmar con una camarita compacta con la que viajaba y registraba todo de una manera súper intuitiva», relató al recordar sus primeros acercamientos con este arte.
MIGRAR
En cuanto a la experiencia que vivió durante tres años describió: «Fue una oportunidad increíble poder venir a estudiar a Formosa, porque si bien yo venía filmando, haciendo cosas con otras personas y con proyectos independientes, siempre lo hice de manera amateur e intuitiva. Y venir a estudiar el lenguaje cinematográfico en todas sus áreas, que es de lo que se trata la carrera, ya que es de realización integral cinematográfica, me permitió conocer más y pasarlo por el cuerpo me permitió aprender a comunicarme de una manera asertiva».
«También me impulsó a desarrollar una mirada integral de lo que implica hacer cine a gran escala, a nivel industrial y a su vez de algo muy pequeño, como el hecho de conocer el lenguaje cinematográfico en sí mismo y en todas sus áreas», agregó. Luego reflexionó: «Me dio muchísimas más herramientas. El cine es súper verticalista, pero creo en las formas y en los valores que se pueden dar dentro de los grupos de trabajo y de las producciones. Eso tiene que ver con trascender lo vertical y hacerlo más por el bien común. Aunque, me quedo con las dos partes, con lo intuitivo y con lo académico industrial porque cada cosa tiene su potencia y su necesidad también».
En relación a lo que la moviliza retratar, señaló: «Más que una temática en particular creo que me interesan las situaciones de deriva que tienen muchas personas en la cotidianeidad de la vida, en lugares donde parece que no pasa nada y es todo lo contrario. A cada persona le suceden un montón de cosas y es súper loca siempre la vida en ese sentido; como se mezcla con cuestiones universales como la injusticia, el dolor y el amor».
LA ESCUELA
Al ser consultada sobre qué lugar tuvo la formación académica respondió: «La escuela, tiene un nivel zarpado en cuanto a los profesores, que vienen a compartir su conocimiento. Es toda gente del ‘palo’, que está haciendo cine, que está participando de la escena o que investiga y tiene mucho amor por lo que hace. Entonces es súper inspirador, además de que también nos brinda la posibilidad de tener acceso a los recursos técnicos que es lo más costoso, como el equipamiento, las luces, las cámaras de fotos, los trípodes. Es súper integral la carrera».
METAS A FUTURO
«Estaba muy fuerte la ilusión de poder desarrollar proyectos regionalmente, era un sueño poder filmar en Virasoro, por ejemplo, pero con el cambio de Gobierno, por ahí las esperanzas que había se me derrumbaron. Estoy en un momento de ver opciones afuera, que tengan que ver con el cine, pero quizás no dentro de la realización. Como técnica o en los rubros, que sí me interesan, como es la fotografía. En el país está complicado seguir, por eso estoy viendo las posibilidades que hay en Brasil o quizás Buenos Aires. Siento que es momento de estar atenta a las señales».
«Lo que no se muestra, de repente no existe»
«El rubro siempre estuvo como cascoteado, no es algo que te llena de dinero, sobre todo en las provincias. Distinto es quizás en Buenos Aires, donde son mucho más prósperos. Pero, por lo general técnicamente en las provincias siempre fue súper difícil hacer películas», describió.
«Para nosotros es el momento de defender todo lo que tenemos, cuidar estos recursos y seguir luchando para que haya más concursos federales, para que haya una redistribución más justa, sobre todo para las provincias», señaló.
«Es necesario que existan proyectos que tengan el fin de potenciar a realizadores que tienen otra historia y que están en su territorio para diversificar visiones. Y así ampliar el acceso a otros mundos y a otras realidades. El cine de la Argentina está súper estigmatizado por películas que están hechas en Buenos Aires, por gente de Buenos Aires, mientras que más allá hay algo mucho más rico y prolífico», puntualizó.
CINE REGIONAL
«Hay una cuestión que tiene que ver con lo histórico y con el lenguaje cinematográfico. Lo que no se cuenta o lo que no se muestra de repente no existe, o pareciera ser que directamente no está. Y creo que ahí está la potencia, se puede aportar desde este lugar para mostrar una realidad, una posibilidad del mundo distinta a la que estamos acostumbrados a ver», señaló y a su vez destacó «lo valioso que es el cine regional y el local».
Luego continuó: «Creo que cualquier síntesis que nos haga preguntarnos algo, que ponga en duda alguna certeza que tengamos, que nos deje una pregunta, una emoción o algo de lo qué podamos hablar después. Algo que nos lleve a vincularnos entre los seres humanos, me parece que es súper rico».
HISTORIAS
En cuanto a sus intereses, describió: «Creo que me identifico con una búsqueda que tiene que ver con el tiempo de algunas personas por las que me veo afectadas, que generalmente son personas con historias que están muy cercanas a mí, a mi realidad o a la de mis amistades. Eso es lo que más me llama, voy por ahí. Atravesar, pasar por esas experiencias que tienen que ver con gente que no está arraigada a un territorio particular, sino que está en búsqueda de un camino propio en la que le atraviesan cosas, como puede ser el desarraigo o la no comprensión de los seres queridos».
«Se necesita de muchas personas que amen lo que hacen y lo lleven adelante con amor y pasión», concluyó.
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