El obispo emérito de la Diócesis de Goya, monseñor Ricardo Oscar Faifer, visitó el pasado sábado 9 la Basílica de Nuestra Señora de Itatí, con los seminaristas del Seminario María, Madre de la Iglesia, de Gualeguaychú, Entre Ríos, su ciudad natal.
El viernes antes, presidió una misa en la Catedral goyana Nuestra Señora del Rosario, haciendo un alto en la peregrinación hacia Itatí. El rector del Seminario, Mauricio Landra tuvo a su cargo la homilía y predicó sobre un pasaje del evangelio de San Mateos, pasaje denominado el «Evangelio de las vocaciones». Explicó que «estamos en marcha, estamos en camino hacia la casa de Nuestra Señora de Itatí, para dar gracias y pedir a Dios, en este camino de discernimiento vocacional como es el Seminario», del que destacó que es una casa de formación y es sobre todo «discernimiento» y de «responder» si Jesús pide o llama al Sacerdocio. «Este Evangelio nos ayuda a recordar la vocación que todos tenemos como hijos de Dios» y la vocación de responder a Dios «que quiere hablar con nosotros, en una charla de toda la vida. A veces Dios habla y a veces se entera por nuestras palabras», enfatizó el Sacerdote entrerriano.
«Dios siempre dispone lo mejor, porque conoce nuestras cualidades que Él nos regaló y conoce también nuestros límites y debilidades», por eso «siempre es lindo rezar a un Dios que nos conoce, como un Padre bueno, como un hermano en Jesús Salvador», subrayó.
«Jesús mira a los que caminan detrás de Él, Jesús nos ve a todos», dijo y alentó a los jóvenes desde su vocación sacerdotal diciendo «es muy lindo seguir a Jesus», y que «no es un premio ni un regalo para nosotros, sino que es una tarea para servir a los demás».
«Es muy lindo ser sacerdotes, es dar la vida por los demás, como lo hizo Jesús, tal vez gastándola todos los días un poquito, pero siempre recordando quién es el que nos propone ser pastor», resaltó.
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