Por el Padre Horacio Da Silva*
Asesor de Medios de Comunicación del Arzobispado.
Hermanos:
Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Hebreos 12, 14).
Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo (2Timoteo 1, 9).
Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno (Salmo 139, 24).
Hoy, América se complace de gozo y de fe en celebrar a una gran Santa: Santa Rosa de Lima, Patrona de las Américas y primera Santa iberoamericana.
Santa Rosa de Lima (Lima, 20 de abril de 1586-Lima, 24 de agosto de 1617), de nombre secular Isabel Flores de Oliva, fue una santa católica Terciaria Dominica, canonizada por el Papa Clemente X en 1671. Entre los santos nacidos en América (antiguamente Indias Occidentales), Santa Rosa de Lima fue la primera en recibir «El Reconocimiento Canónico de la Iglesia Católica».
Fue proclamada Excelsa Patrona de Lima, del Perú (en 1669), del Nuevo Mundo y las Filipinas (en 1670). Además, es Patrona de institutos educativos, policiales y armados de Venezuela, Policía Nacional de la República del Perú, Policía Nacional del Paraguay y las Fuerzas Armadas Argentinas. En virtud de la enfermedad que le produjo la muerte, es Santa Patrona de los tuberculosos. Es llamada por los niños Santa Rosita.
Fue bautizada, según su documento de registro, el 25 de mayo de 1586, en la parroquia de San Sebastián, en su ciudad natal, por el sacerdote Antonio Polanco. A los tres meses de edad una criada afirmó haber visto su rostro transformarse en una rosa, y desde entonces era llamada Rosa por su madre.
Pese a la oposición de su familia, Santa Rosa tomó el hábito en la iglesia limeña de Santo Domingo en 1606, aunque nunca entró en un convento.
Construyó una ermita cerca de su casa y ahí fue donde pasó su vida, dedicada a la oración y saliendo sólo para ayudar a los más necesitados. Se dice que durante esta época ayudó al fraile mulato San Martín de Porres, a cuidar de los enfermos.
Cuando fue admirada por su belleza, Rosa cortó su cabello y se echó pimienta a la cara, molesta por haber atraído pretendientes. Rechazó a todos sus pretendientes, a pesar de la oposición de amigos y familiares.
Rosa pasaba varias horas al día observando el Santísimo Sacramento, el cual recibía a diario -una práctica extremadamente rara en aquella época-. Finalmente, después de 10 años, hizo voto de virginidad. Rosa atrajo la atención de los frailes de la Orden Dominica. Ella deseaba convertirse en monja, pero su padre se lo prohibió, por lo que al cabo de unos años ingresó en la Tercera Orden de Santo Domingo, a imitación de su admirada Santa Catalina de Siena.
A partir de entonces se recluyó, prácticamente, en la ermita que ella misma construyó, con ayuda de su hermano Hernando, en un extremo del huerto de su casa. Sólo salía para visitar el templo de Nuestra Señora del Rosario y atender las necesidades espirituales de los indígenas y los negros de la ciudad. También atendía a muchos enfermos que se acercaban a su casa buscando ayuda y atención, creando una especie de enfermería en su casa.
En 1615 buques corsarios neerlandeses deciden atacar la ciudad de Lima, aproximándose al puerto del Callao en días previos a la fiesta de La Magdalena. La noticia corre pronto hasta Lima y con ello la proximidad y desembarco en el Callao, lo que altera los ánimos de los ciudadanos. Ante esto, Rosa reúne a las mujeres de Lima en la iglesia de Nuestra Señora del Rosario para orar por la salvación de Lima. (Relato histórico).
¡Qué tan cercano se siente y se vibra las acciones de esta Santa, mujer luchadora, en un tiempo y época donde el sexo femenino no debía expresar pensamientos ni sentimientos. Nada detuvo a esa mujer impecable y de buenas entrañas!
En el presente y a pocas horas de obtener, por gracia de Dios y acción de los ciudadanos y en ellos la figura de mujeres, la valoración, el lugar equitativo y común en los estratos del Estado, demos gracias.
América Latina, siempre fue transversalizada por situaciones y hechos parecidos y casi en tiempos iguales; debido a que la idiosincrasia es la misma. Y es hora de reaccionar a los avasallamientos que vulneran la Iglesia Católica como así también la Democracia que reclaman los habitantes y la que le es negada por gobernantes necios con poder y soberbia.
¿Si esta gran Santa, en una etapa de mentes retrógradas en sociedades pasadas que ya no existen, logró liberación, cómo en el presente no serán triunfantes en su buenos propósitos y con la gracia del Espíritu Santo?
¡Que se reafirme la fe y que la oración llegue a los corazones débiles y abatidos!
Oración a Santa
Rosa de Lima
Señor, Dios nuestro, tú has querido que Santa Rosa se consagre totalmente a ti, por su amor virginal, y por su penitencia de amor.
Haz que guiados por el ejemplo de su caridad, seamos fecundos en el servicio de amor al prójimo, como buenos testigos del amor de Cristo.
Guiados por el ejemplo de Santa Rosa, fortalece Padre nuestro amor a ti y a nuestros hermanos, junto a quienes queremos alabarte y bendecirte, por los siglos de los siglos.
Amén.
Entonces…
Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es Santo quien los llamó; pues está escrito: «Sean Santos, porque Yo Soy Santo» (1 Pedro 1,15-16).
Es palabra de Dios.
* Párroco de la localidad
de San Roque.
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